Desde 2013, Natalie Barreiro, la organizadora de la feria Made in Galicia, pedía permiso anualmente al Ayuntamiento para que los artesanos y emprendedores que acuden al encuentro instalasen sus casetas en los jardines de Méndez Núñez, y, hasta el coronavirus, se le había concedido. Pero este año, cuando estaba prevista que la feria se realizase entre el 16 y el 25 de julio y ya había 27 expositores dispuestos a acudir, el Concello les comunicó que no podía permitir que la feria ocupase suelo público sin una licitación previa a la que pudiesen concurrir otras empresas, licitación que decidió no convocar este año por la situación sanitaria. Por los mismos motivos, tampoco podría organizarse la Feria de los Continentes, que reunía productos de todo el mundo, en el caso de que la empresa que la gestionaba pidiese permiso.

Esto deriva de una instrucción reciente, aprobada por la Junta de Gobierno Local en diciembre de 2020, por la que la ocupación de suelo público con casetas comerciales debe pasar por un procedimiento que “garantice la concurrencia, la transparencia y la imparcialidad”. En la instrucción se señala que las actividades mercantiles en espacios públicos “entran dentro del concepto de venta ambulante” recogido en la ley de Comercio Interior de Galicia, y que para ellas debe establecerse un procedimiento en el que puedan competir varios postores en términos de igualdad.

Según fuentes municipales, en la época en la que se daba permiso a las empresas que simplemente lo pedían la contratación “no se estaba haciendo bien”, pues no se le puede ceder espacio público “a dedo” a una empresa (o, en el caso de Barreiro, a una autónoma). De acuerdo con las mismas fuentes, en épocas pasadas también se hacían otras concesiones sin concurrencia, como plazas para los mercados municipales, y el interventor municipal había señalado de manera recurrente que había que corregir este mecanismo.

Respecto a por qué no se convocó una licitación para este año, el Concello se justifica en que es un proceso que lleva meses y en que en invierno, cuando debería haberse iniciado, no se sabía cuál sería la situación pandémica para el verano.

Pero este cambio de criterio ha afectado a los comerciantes y gestores de Made in Galicia. Natalie Barreiro señala que la cancelación le ha supuesto un perjuicio importante porque vino de improviso. “Nos la cancelaron veinte días antes del evento”, explica, “y llevamos desde 2013 haciendo la feria con permiso del Ayuntamiento sin que se me aplicara esta normativa”. Barreiro explica que presentó la documentación para pedir el permiso “como todos los años” y que le respondieron con una notificación diciéndole que no se la concederían. Tuvo con el Concello una reunión en la que pidió que saliese la licitación, pero le replicaron que “no daba tiempo”.

Este cambio de criterio le ha supuesto gastos que ahora no va a recuperar, pues tuvo que hacer inversiones y correr con los costes en tiempo y dinero de elaborar y presentar el proyecto. “El año que viene solo lo voy a organizar si me aseguran que no van a cancelar la feria quince días antes”, señala.

Los problemas se trasladan también a los expositores que compraron productos o realizaron previsiones contando con poder acudir a la feria como en años pasados. Algunos, de hecho, preveían aprovechar todo el verano, la segunda quincena de julio en Made in Galicia y agosto en Mostrart.

Porque, pese al veto a Made in Galicia, sí que se podrían celebrar este año otros encuentros comerciales recurrentes de los Cantones: la Feria de Artes Plásticas, Mostrart o la Feria del Libro. Aunque los comerciantes que concurren a estos encuentros también obtienen un beneficio, las organizaciones que los coordinan no tienen ánimo de lucro, por lo que pueden solicitar permiso municipal sin necesidad de que se abra un trámite de concurrencia competitiva, según informan fuentes del Concello.

El Ayuntamiento también aclara que se autorizará a hacer ferias a las asociaciones que lo deseen este año. La Asociación Galega de Artesáns, que organiza Mostrart, confirma que tienen previsto realizarla este año del 1 al 29 de agosto, y la Asociación de Artistas Plásticos Galegos, que organiza la Feria de Artes Plásticas, del 16 al 25 de julio.

En cuanto a las casetas de venta de cómics que se instalan por Viñetas desde o Atlántico, el Ayuntamiento señala que la celebración de este evento, al igual que la de otras actividades de conciertos y fiestas de verano, dependerá de la evolución de la incidencia de casos de coronavirus. Es el mismo argumento que se expone para la Feira das Marabillas en la Ciudad Vieja, cuyos organizadores están a la espera de que el Concello les autorice o no posponerla a la segunda mitad de agosto.