El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, explicó ayer que “es una posibilidad” que haya mediado delito de odio en la muerte de Samuel Luiz, al que un grupo de jóvenes dio una paliza la noche del 3 de julio, pero insistió en que “tendrá que ser el juzgado” el que lo determine. La investigación continúa abierta y bajo secreto de sumario. En una entrevista concedida a la cadena SER Miñones, preguntado sobre si la sociedad ha asumido que se trata de un delito homófobo, reconoció que “las manifestaciones que se han ido convocando, apuntan en esa línea”.

“Es un asesinato que nos ha calado a todos y estamos trabajando en que se haga justicia. Queremos esclarecer todo bien, cerrar bien la investigación”, relató Miñones. Por ahora, hay seis detenidos y a todos ellos se les imputa un delito de homicidio o de asesinato, pendiente de calificar durante la instrucción, a uno de ellos se le imputa también apropiación indebida por haberse llevado, supuestamente, el móvil de la víctima.

Tres varones mayores de edad están en prisión provisional sin fianza desde el viernes 9 de julio y dos menores, internados en un centro. La única mujer detenida salió en libertad, tras pasar a disposición de la jueza, con la obligación de presentarse en los juzgados. Las amigas de la víctima declararon que, mientras le pegaban, a Samuel le decían cosas como “maricón de mierda”.