Los bomberos llegaron ayer, alrededor de las 11.30 horas, al número 38 de la calle Novoa Santos tras recibir el aviso de un vecino de que salía humo de la ventana de una vivienda. Los efectivos del parque de emergencias hicieron una intervención rápida porque detectaron desde el principio que se trataba de un incidente en la cocina. Al vecino se le había olvidado apagar la cocina al salir de casa, por lo que se le quemó la comida. Cuando llegaron los bomberos la puerta estaba cerrada, pero enseguida llegó el residente en el piso para facilitarles el acceso y poder apagar el fuego que provocó olor a humo en todo el edificio. Los bomberos indican que, al entrar, retiraron la cazuela del fuego y ventilaron la vivienda con un ventilador mecánico. No se produjeron más daños.