Ibrahima Diack y Magatte Ndyae, los dos ciudadanos de Senegal que intentaron ayudar al joven Samuel Luiz cuando fue golpeado hasta la muerte por un grupo de agresores a principios de mes, recibieron ayer el permiso de residencia y trabajo, según confirmó la Delegación del Gobierno.

Se les ha concedido un permiso de residencia y trabajo de un año renovable, que el Ejecutivo puede autorizar por razones excepcionales. Ambos estuvieron, ayer, en la sede de la Subdelegación del Gobierno en A Coruña, donde se les entregó la resolución de permiso de residencia y la resolución de permiso de trabajo.

Allí la firmaron, y, posteriormente, fueron a la comisaría de la Policía Nacional a recoger la documentación. En la investigación por el crimen de Samuel, uno de ellos cuenta con la condición de víctima, además de testigo, al haber sido también agredido mientras trataba de socorrer al joven fallecido. Un proceso que culminó ayer con la resolución de los trámites y que comenzó hace poco más de una semana, cuando la Subdelegación del Gobierno remitió el informe favorable para su concesión a la Secretaría de Estado de Migraciones.

Ya entonces, la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas López, destacó que los dos ciudadanos senegaleses eran merecedores del “reconocimiento oficial por parte del Estado, por la actitud mantenida durante el tumulto que concluyó con la muerte de Samuel Luiz”.

Rivas aludió, para justificar la decisión, a las “circunstancias excepcionales” que caracterizan a esta solicitud de residencia, “toda vez que ambas personas pusieron de manifiesto una destacada actitud humanitaria, poniendo incluso en riesgo su vida”, subrayó. Así lo destacó también el informe complementario realizado por la Brigada de la Policía Judicial de A Coruña, que acredita la condición de víctima para uno de los dos ciudadanos senegaleses.