El Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha rechazado en un auto procesar a un investigado por un delito de odio al considerar que las expresiones “moro de mierda“ y “maricón” que se le imputan se realizaron en el “contexto de una disputa cuyo origen no fue la raza ni la condición sexual” de la víctima.

Se ampara en que “el investigado no sabía la condición sexual del amenazado”, según informó ayer la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado. El auto fue dictado después de que la Audiencia de Madrid cuestionara que se convirtiera el procedimiento en un juicio rápido al considerar los hechos un delito leve.

La plataforma lamentó ayer que los agentes que intervinieron en la investigación del crimen de Samuel Luiz, el 3 de julio, tampoco alertaron de un delito de odio porque los agresores no conocían a la víctima ni su orientación sexual. “Si siempre habrá una circunstancia que justifique o avale el poder utilizar la palabra maricón y moro de mierda, ¿de qué nos vale reformar el Código Penal?”, se preguntó ayer el director de la Red de Inmigración, Rafael Escudero.

La plataforma va a recurrir el auto y solicitará una reunión con la ministra de Justicia, Pilar Llop, para abordar modificaciones legislativas que eviten que “se frustre el espíritu y la letra de la ley amparando por el contexto insultos racistas, xenofóbicos y la LGTBifobia”.

La subdelegada del Gobierno en Galicia, María Rivas, aseguró ayer que los agentes siguen analizando los vídeos y las imágenes con las que cuentan y que la investigación para esclarecer la paliza mortal a Samuel sigue abierta. La familia y amigos del joven retiraron el jueves de la avenida de Buenos Aires los mensajes de cariño que los vecinos habían dejado en la calle para poder superar lo sucedido.