La reforma de tres centros es el objetivo de las ayudas que la Universidade da Coruña solicitará a la Unión Europea para que sea financiada mediante los fondos Next Generation, destinados a la reconstrucción económica y social del continente tras la pandemia. El equipo rectoral elaboró ya los proyectos para efectuar una amplia remodelación de la Escuela Técnica Superior de Náutica, y Máquinas, la Facultad de Ciencias del Deporte y la Educación Física, así como de la de Informática.

La tramitación de las ayudas se llevará a cabo mediante las consellerías de Facenda e Infraestruturas, y pretende acometer obras que no solo serán de mantenimiento estructural y mejora estética de los tres edificios, sino que también afectarán a su eficiencia energética y medioambiental y permitirán, además, un mayor confort de los trabajadores universitarios y de los alumnos. La solicitud de los fondos europeos está justificada por la imposibilidad de la institución de hacer frente a estas actuaciones con sus propios recursos.

La Escuela de Náutica es uno de los centros más antiguos de la Universidade da Coruña, ya que fue iniciada en 1948 bajo el diseño del prestigioso arquitecto Antonio Tenreiro, autor de otros edificios de la entonces Ciudad Escolar, actualmente campus de Riazor. La que recibió el nombre de Escuela de la Marina Civil fue reformada en 1962 por el propio Tenreiro para la ampliación del Paraninfo. En 1971 y 1991 volvió a ser modificada para la construcción de una planta más, lo que alteró su concepción original, ya que se eliminó la imposta que coronaba la fachada y hasta la que llegaban los contrafuertes que caracterizan el exterior del edificio, que desde entonces quedan sin remate.

La antigua Escuela de Capacitación Agraria de Bastiagueiro fue desde 1987 la sede del Instituto Nacional de Educación Física (INEF, que posteriormente se transformó en la Facultad de Ciencias del Deporte, que cuenta con instalaciones deportivas tanto interiores como exteriores, estas últimas al otro lado de la carretera que une Perillo con Santa Cruz. El más moderno de los edificios universitarios que se pretende reformar, aunque fue diseñado hace ya treinta años por Juan Tejedor Gómez, es la Facultad de Informática.

El precedente de esta actuación son las obras realizadas recientemente por la Universidade en seis de sus edificios para la mejora de su eficiencia energética, en las que se invirtieron 2,7 millones, de los que 2,2 millones procedieron de los fondos Feder de la Unión Europea que fueron canalizados a través del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), mientras que el resto fue aportado por la institución académica. Los trabajos se desarrollaron en el edificio de actividades culturales Normal, el rectorado, la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, el Pabellón de Deportes, la Escuela Politécnica Superior y la Facultad de Humanidades, estas dos últimas ubicadas en el campus de Ferrol.

Estas reformas harán posible que la Universidade obtenga un ahorro anual de 240.000 euros en el consumo de energía, ya que se estima que los seis edificios reducirán entre el 25% y el 48% su demanda, lo que también tendrá repercusiones ambientales, ya que se evitará la emisión a la atmósfera de 706 toneladas de dióxido de carbono.

En el edificio Normal, situado en el campus de Riazor, la iluminación fue sustituida por una nueva de tipo led, a lo que se unió la renovación de las calderas, la monitorización de los equipos energéticos y la instalación en la cubierta de paneles fotovoltaicos, La inversión efectuada fue de 368.000 euros e impedirá la emisión de 189 toneladas de dióxido de carbono.

Las obras del Rectorado tuvieron un coste de 517.000 euros y también proporcionaron iluminación led al edificio, al que además se dotó de un nuevo sistema de climatización que generará un ahorro energético del 33%. La reforma del Pabellón de Deportes, emplazado en el campus de Elviña, implicó una inversión de 690.0000 euros que reducirá en un 26% el consumo energético de esa instalación.

La intervención realizada en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura tuvo un coste de 454.000 euros y supuso la desaparición de una de las señas de identidad del edificio, las ventanas inclinadas, que debieron ser sustituidas debido a los daños que sufrían, ya que el inmueble tiene una notable antigüedad. El edificio también vio renovada su cubierta y su iluminación interior, a la que además se dotó de un sistema de detección de presencia. Esas obras harán que el inmueble reduzca un 44% su consumo de energía y evite la emisión de 189 toneladas de dióxido de carbono.

En la Facultad de Humanidades y Documentación y en la Escuela Politécnica Superior, ambas en Ferrol, se instalaron iluminación led, una sala de calderas centralizada y un sistema de monitorización, intervenciones que supondrán el inicio de la implantación de la calefacción de distrito, que proporcionará este servicio a todo el campus universitario ferrolano. El ahorro energético conseguido en el primero de esos centros es del 44%, mientras que en el segundo es el 48%. Los trabajos en los dos edificios fueron licitados con un presupuesto de 713.000 euros.