Hoy en día, en las máquinas expendedoras se puede encontrar de todo. Ya no ofrecen solo refrescos o snacks. Las hay de productos japoneses, de juguetes eróticos e, incluso, de cebos para pesca. Esto a los coruñeses ya ni les sorprende, acostumbrados a ir al vending tras una noche de fiesta —de las de antes, claro— y ver hamburguesas o perritos calientes listos para comer. Quizá con un aspecto un poco plasticoso. A quien deja ojipláticos es a los turistas, sobre todo a los extranjeros. No son muchos, pero los que hay, pasan por la avenida de Navarra para visitar la Torre de Hércules y es ahí donde se encuentran esta máquina de cebo y material de pesca.