El oficio de payaso, el paso del tiempo, el humor, los sueños, el bien y el mal... La vida, al fin y al cabo, interpretada desde varios puntos de vista y con diferentes técnicas, serán los protagonistas de la vigésima edición del festival Manicómicos, que arranca hoy, a las 12.00 horas, con el Tip Tap Poum, de Rolando Rondinelli, en el parque de Santa Margarita, donde se celebrarán todas las actuaciones.

Cuentan Carlos Sante y Malala Ricoy, que son los coordinadores del festival junto a Marta Iglesias, que han querido recuperar a parte de los artistas que habían programado para la edición anterior, que se tuvo que suspender por las restricciones sanitarias, aunque no ha sido posible meterlos a todos en el cartel, ya que el presupuesto se redujo “considerablemente”.

Relatan que han tenido en cuenta que la programación “no se centre en un estilo sino que tenga variedad” y que pueda interesar tanto a mayores como a pequeños. Saben que actuar sin contar con la interacción directa del público y sin ver si están sonriendo por debajo de la mascarilla será un reto, pero están seguros de que el público que acuda a las funciones programadas disfrutará de espectáculos únicos, porque los artistas han tenido que “esforzarse” e innovar para suplir esas carencias.

Malala Ricoy, de Cirkompacto, que actuará hoy a las 22.00 horas, explica que, el espectáculo Hell Brothers lo montaron durante el confinamiento y estrenaron “en plena pandemia”, teniendo que readaptar la idea original para poder llevarla al escenario “en estos nuevos tiempos, a la espera de que vuelvan los espectáculos como eran antes”, sin barreras entre artistas y público. “El payaso vive de romper las normas y, en un mundo en el que son todo normas, ¿qué le queda al payaso?”, se pregunta Ricoy.

El festival culminará con la gran gala de Manicómicos, que es una de las señas de identidad de la asociación, que cuenta ya con una gran cantera de artistas, que ha desarrollado su carrera más allá de los escenarios de la ciudad y que tienen la oportunidad de actuar con las compañías invitadas. “En la gala somos más libres, más locos, dentro de lo que nos permite la situación actual”, relata Sante.

El hecho de que solo haya un escenario, el del anfiteatro del parque de Santa Margarita, ha obligado a que la programación combine espectáculos de gran formato con otros que son más pequeños y necesitan menos producción. Las entradas son gratuitas y se permitirá el acceso por orden de llegada hasta completar el aforo permitido por las restricciones sanitarias. El festival empieza hoy y finalizará el domingo con la gala.