Un juzgado de A Coruña instruye desde hace casi dos años una denuncia de la Fiscalía Provincial motivada por una denuncia previa del Ayuntamiento por un posible delito contra el patrimonio cometido por el grafitero conocido como COAS. De acuerdo con un informe municipal, esta persona, que también firma sus pintadas como KOAS, GOAS, KYOS y YOS, había realizado hasta mediados de 2019 más de 500 grafitis en fachadas privadas de la vía pública, mobiliario urbano y elementos protegidos de edificios catalogados de la ciudad. Una de esas pintadas la hizo en un inmueble de la calle Real que cuenta con la protección de Bien de Interés Cultural (BIC), razón por la que la Fiscalía remitió el expediente al juzgado de instrucción número 8 de A Coruña.

El Concello había denunciado las acciones de COAS a la Fiscalía en mayo de 2019. En aquel momento imputaba al grafitero coruñés quince pintadas ilegales en la ciudad y lo había sancionado con multas que sumaban 2.000 euros, importe que se negó a pagar alegando que carecía de ingresos. Un mes después COAS fue detenido junto a otros siete grafiteros en una operación de la Policía Nacional con la que desarticuló tres grupos que realizaban pintadas en trenes y vagones de Renfe en distintas localidades del norte de España. El joven ingresó en prisión, de donde salió diez días después tras pagar una fianza de 10.000 euros.

Gran parte de los grafitis hechos en A Coruña estaba en la zona regulada por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Ciudad Vieja y Pescadería, por lo que el fiscal de Medio Ambiente abrió una investigación para determinar si constituían un delito patrimonial. En septiembre de 2019 la Fiscalía presentó una querella contra COAS y el juzgado incoó diligencias previas.

Según fuentes judiciales, el caso continúa en fase de instrucción, aunque el fiscal solicitó al juzgado número 8 que emita un auto de transformación de esas diligencias en un procedimiento abreviado. Con este paso, considera que las diligencias practicadas son suficientes para formalizar su acusación. El juzgado tiene, por tanto, que decidir si continúa la instrucción, si emite el auto de transformación en procedimiento abreviado o si decreta el sobreseimiento. Casi dos años después, todavía no lo ha hecho.

El Concello, a través de la Patrulla Verde de la Policía Local y con la participación de la empresa Orion Analistas, contratada desde 2018 para identificar a los autores de los grafitis, trabaja desde hace meses en la limpieza de pintadas que afean las calles y en la búsqueda de sus responsables. A finales del año pasado identificó de nuevo a COAS como autor de una pintada efectuada sobre un mural del colegio Sanjurjo de Carricarte; fue el mismo que por las mismas fechas ensució con otro grafiti un coche patrulla del 092. El Gobierno local informó entonces de que había trasladado los hechos otra vez a la Fiscalía al entender que constituyen un delito por tratarse el vehículo de un bien público.

Oficina de denuncias

La metodología que usan los grafiteros para hacer sus pintadas, generalmente en grupo, de noche y de forma organizada para no ser vistos, su negativa a limpiarlas y el aumento de grafitis dificultan los esfuerzos municipales contra estos actos sobre superficies públicas y privadas donde no está permitido pintar. El Gobierno local, que ha identificado a más grafiteros que COAS en los últimos meses, creó hace dos meses la oficina virtual de grafitis, con la que elabora una base de datos de pintadas vandálicas para identificar a los autores y elaborar informes periciales para la posterior tramitación de los expedientes sancionadores y la limpieza de fachadas de titularidad no municipal. Este periódico pidió al Ayuntamiento conocer el dato de comunicaciones ciudadanas remitidas hasta ahora a través del correo electrónico oficinavirtualgraffiti@coruna.gal, pero no le fue proporcionado.