De las manos de Pepe Larraz han salido imprescindibles de las viñetas como el Capitán América, Thor o los personajes de la saga Star Wars. Con todo, él tiene claras sus preferencias. “Entré en Marvel para dibujar X Men”. También lo ha conseguido.

¿Qué significa a día de hoy ser dibujante de Marvel?

Significa que todo el mundo conoce los personajes que estás dibujando y mucha menos gente conoce la historia de esos personajes. Tienen gran popularidad. Los cómics no gozan de tanto lector como conocimiento tiene la gente. Todo el mundo conoce a Ironman, pero poca gente ha leído un cómic de Ironman. No sé si eso se refleja tanto luego en la lectura de cómic, pero la verdad es que es un sueño cumplido.

En esta época, en la que los superhéroes se han popularizado gracias al cine, ¿es complicado librarse de todas esas referencias para dejar una impronta propia?

El cine tiene la capacidad de dejar la versión definitiva de algo, como El Señor de los Anillos o como pasará ahora con Dune. Es difícil abstraerse, porque desde el punto de vista editorial intentan que todo sea muy coherente, mantener la continuidad con las pelis. Los cómics tienen una continuidad distinta al cine, pero aún así, intentan acompasar eventos que han ocurrido en las películas. De repente, Thanos tiene mucha popularidad: pues metemos a Thanos en esta historia porque vende. Es la industria del cómic: tiene una parte creativa maravillosa, y a la vez una parte industrial con la que tenemos que convivir.

El hecho de que Marvel se haya integrado tanto en la cultura popular, ¿les ha afectado para bien a los dibujantes?

Vivimos una época gloriosa para ser friki. Antes en el cole eras un friki, y ahora todos están en el sofá viendo esa serie de zombies y dragones que es Juego de Tronos. Ha habido ideas que han calado en la cultura popular, que antes eran más del universo friki o rolero. Esa generación que nos formamos con los mismos referentes somos los que estamos escribiendo la ficción de ahora.

También ha dibujado Star Wars. ¿Cómo lleva la presión de los fans de esta saga, que suelen ser exigentes?

Star Wars son 40 años de fandom en torno a tres películas. La siguiente trilogía ya no les gustaba. El fan de Star Wars es un fan casi reaccionario, sin que se me malinterprete. Cuando me dieron para hacer la serie de Kanan, tenía mucho miedo: a ver si voy a diseñar cosas que la gente no reconozca como propias de Star Wars. Mis diseños siempre eran de construcción de cosas que ya estaban hechas, y de ensamblaje. No había manera de que no pareciera Star Wars. Me tuve que documentar muchísimo para decir: no me vais a pillar aquí, me vi hasta vídeos de entrenamiento con espadas láser.

En el caso de los X Men, fue fan antes que dibujante.

Sí, yo empecé a leer cómics bastante tarde. Tengo el complejo de que sé muy poco de cómic. Cuando empecé, era lo que leíamos en casa. De los mutantes me gustaba la parte de la escuela, la camaradería que tenían, que enseguida podían pasar de la épica a un tema muy cotidiano, también el tema del romance... Me gustó la mezcla de géneros. A mis hermanos y a mí nos encantaba, e hicimos la promesa solemne de que si algún día hacía una página de mutantes y me pagaban por ello, nos tatuábamos la X, y lo hicimos. Cuando entré en Marvel, dije. “Yo entro aquí para dibujar X Men. Para dibujar una muy buena historia de X Men”. Ya había dibujado un crossover, me había quedado la espinita de dibujar X Men. Cuando llegó House of X, fue totalmente diferente, porque pude inventar un montón de cosas. Fue una oportunidad enorme de dejar una impronta en una serie que llevas leyendo mucho tiempo.

Ilustración de Pepe Larraz

Ilustración de Pepe Larraz