El estacionamiento irregular en doble fila fue la sexta infracción de tráfico más habitual en 2018 en la ciudad y subió al quinto puesto dos años después, en 2020, el último del que hay datos oficiales. Pero el crecimiento porcentual y numérico en este periódico es mucho más acusado que el de su evolución en el ranking de denuncias tramitadas por la Policía Local. De representar el 2,26% pasó al 7% y de 962 saltó a 2.287 expedientes en solo dos años, lo que representa un aumento del 137%.

La desobediencia a las señales de acceso prohibido sigue siendo la denuncia de tráfico que más registran los agentes y las cámaras de la Policía Local. En 2018 concentraba más de la mitad de los expedientes (22.220), aunque en 2020 fue la tercera parte (10.814). El aparcamiento en un carril de circulación pasó el año pasado a convertirse en la segunda infracción más habitual, 4.843 denuncias, seguida por el estacionamiento sobre aceras o calles peatonales (4.422) y en lugares donde dejar el coche está prohibido (3.158), que en 2018 era la segunda denuncia más recurrente. Aparcar en doble fila ganó en dos años 1.325 denuncias y desplazó de la quinta posición al estacionamiento en zonas de carga y descarga, con casi 100 notificaciones de sanción más en 2020.

La estadística más reciente de la doble fila es llamativa por dos aspectos: por su notable incremento pese a la reducción de la movilidad en la ciudad, especialmente entre mediados de marzo y mediados de mayo de 2020 por el confinamiento de la población en sus domicilios en la primera etapa del estado de alarma decretado por la crisis del COVID-19; y por la ineficacia de la campaña municipal contra la doble fila, que comenzó en octubre de 2019, se interrumpió durante varios meses en 2020 y se reanudó a comienzos de este año.

Cuando la alcaldesa anunció aquella iniciativa hace casi dos años, la Policía Local movilizó a 80 agentes en dos turnos y utilizó cámaras para vigilar la doble fila y el indebido uso de plazas reservadas. Los policías avisaron a los infractores y también los multaron, como por ejemplo a 15 conductores en un cuarto de hora en la calle Juan Flórez el primer día, según informó el Concello en aquel momento. La primera semana generó la imposición de 300 multas por doble fila, con Juan Flórez y su entorno como punto crítico. Entre el 1 y el 20 de noviembre, añadió el Ayuntamiento, se habían registrado 4.200 incidencias de estacionamiento indebido general captadas por cámaras en el centro urbano, 210 sanciones al día. Agentes consultados por este periódico admitían que el aparcamiento indebido en doble fila se ha convertido en “una costumbre adquirida” que “cuesta cambiar”.

Otros estacionamientos sancionados por el 092 fueron en lugar prohibido con línea amarilla continua (1.036), en una vía de circulación restringida (782), en lugares reservados para el transporte público (699), en un paso de peatones (494), en plazas reservadas para conductores con la movilidad reducida (454), en doble fila sin conductor (395) y en un lugar donde dificulta el giro en la circulación (207).

Estos datos se pueden comprobar en las memorias anuales de la Policía Local, aunque la del año 2019, que modificó su diseño, no los recoge todos para poder establecer comparaciones, por lo que la información disponible deja contrastar todos los datos más recientes con los de 2018. En todo caso, en 2019 las multas de tráfico cayeron un 20% (de un total de 105.741 a 84.497). Las notificadas por infracciones en la Marina y las de la ORA descendieron alrededor de un 30%; el resto aumentaron un 5,8%, en parte gracias a la campaña municipal contra la doble fila.

A 157 kilómetros por hora por la tercera ronda

El 092 realiza a lo largo del año varios controles de velocidad para controlar si los conductores pisan el acelerador más de lo permitido en las calles del centro urbano y en los viales de acceso a la ciudad. Es un trabajo periódico que controla también cómo se adapta la población a la condición de A Coruña como ciudad 30 cuando se sienta frente al volante. Señalan fuentes consultadas que en general son pocas las infracciones por exceso de velocidad que recogen los controles rutinarios, como el que ayer mismo se realizó en la ronda de Outeiro a la altura del barrio de Sagrada Familia. En 2020 la Policía Local llevó a cabo 122 controles a más de 44.000 vehículos, de los que salió como resultado un total de 871 conductores denunciados por rebasar los límites. La velocidad máxima detectada fue de 157 kilómetros por hora en el punto kilométrico 3 de la tercera ronda en sentido entrada a la ciudad y en horario de mañana. La mayor parte de las infracciones se registraron en el mes de julio de 2020. Nueve de cada diez conductores denunciados iban en turismos, además de 77 en furgones, 16 en motos, siete en camiones y uno en autobús. Los agentes efectuaron los 122 controles de velocidad en 49 puntos de 22 calles de la ciudad.