El cronograma del dragado de la ría de O Burgo establece que las obras han de empezar durante 2021 y marca un mes de trabajos, por lo que el inicio de la actuación sería en diciembre o a finales de noviembre. Esos plazos están ahora en suspenso, toda vez que una de las diez empresas que concurrió al concurso público para ejecutar el proyecto de regeneración de la ría recurrió la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de otorgar el contrato a la unión temporal de empresas encabezada por Acciona, tal y como avanzó LA OPINIÓN.

La representante del BNG en Europa, Ana Miranda, adelantó ayer a este diario que pondrá en conocimiento del Parlamento Europeo este “nuevo retraso” en la ejecución del dragado de la ría, ya que la Comisión Europea urgió en 2013 al Estado español a sanear el estuario, después de que una delegación de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo visitase O Burgo, a solicitud de la Cofradía de Pescadores y de la Plataforma en Defensa da Ría do Burgo y con la mediación de Miranda en Bruselas.

El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales será el organismo encargado de decidir si la alegación presentada por la empresa —cuyo nombre no ha trascendido, ya que Transición Ecológica, como licitadora de la obra, no facilita estos datos— prospera o si no lo hace, siguiendo, de este modo, la adjudicación a favor de Acciona para que se formalice el contrato.

El delegado del Gobierno, José Miñones, había anunciado a principios de agosto que las obras en la ría de O Burgo empezarían durante el tercer trimestre del año, ya que la adjudicación provisional se hizo el 2 de julio, aunque que se cumplan esos plazos depende ahora de la premura con la que se resuelva el recurso. Este tribunal es un organismo independiente integrado en la Administración General del Estado a través del Ministerio de Hacienda y Función Pública. “Esta paralización es una nueva afrenta para los mariscadores y las mariscadoras que llevan tanto tiempo esperando por el dragado.”, denunció ayer Ana Miranda, que informará al Parlamento Europeo de la situación del contrato, ya que la actuación cuenta con fondos del programa de desarrollo regional promovido por Bruselas para los años 2014 a 2020, después de que la Comisión Europea aprobase cambiar los requisitos de este plan de ayudas para poder financiar la regeneración de la ría.

“Tenemos que dar constancia al Parlamento de que hay un nuevo retraso”, comentó ayer Miranda.

El portavoz de los mariscadores a pie, Manuel Baldomir, se quejó ayer, a preguntas de este diario, de que la Administración estatal no les hubiese informado de la presentación de este recurso y también de que, a pesar de que los trámites para la ejecución de la obra vayan avanzando, no haya ningún movimiento, ni desde el Ministerio para la Transición Ecológica ni desde la Consellería do Mar para pactar un plan de ayudas para el sector, ya que no podrán faenar durante los 26 meses que durarán las obras.

“Hasta ahora, hemos hecho concentraciones pacíficas en la Delegación del Gobierno, pero no descartamos paralizar el dragado de la ría si, finalmente, se formaliza el contrato y entran las máquinas y nosotros seguimos sin compensaciones”, relató Baldomir, ya que, en principio, tendrán que ser los mariscadores los que retiren la cría de bivalvos antes de que se inicien las obras. Baldomir hace hincapié en la importancia de los tiempos en este caso, ya que la Declaración de Impacto Ambiental tiene una vigencia de cinco años y está a punto de consumir el cuarto, ya se publicó en septiembre de 2017. También son importantes los tiempos en el caso de la financiación, ya que las obras han de iniciarse este año para que puedan entrar en esta convocatoria de fondos europeos tal y como había pactado el Ministerio para la Transición Ecológica con la Comisión Europea.

La Consellería do Mar adquirió el compromiso de suspender los planes de extracción de los mariscadores antes de que se iniciasen las obras para que la empresa concesionaria recibiese los terrenos libres de cargas. El proyecto de regeneración de la ría tiene como objetivo el dragado de más de medio millón de metros cúbicos de lodos de la zona interior del estuario, así como la recuperación del entorno, con la construcción de paseos y de puntos de descanso de aves.