Evgeny Kovalevskiy y Stanislav Berezkin son los dos navegantes rusos que viajan a bordo del trimarán Russian Ocean Way. El 1 de julio partieron de San Petersburgo y ayer llegaron a A Coruña. Una escala un tanto accidentada, ya que por problemas técnicos el barco se encuentra en O Vicedo, aunque la visita ha servido para explicar los objetivos de la expedición: “Salvar las relaciones entre la gente y hacer un mundo mejor”.

La embarcación, que forma parte del proyecto Tras los pasos de marinos rusos alrededor del mundo, recorrerá las aguas de 40 países, haciendo un total de 60.000 kilómetros en dos años. Esta “amistosa” misión, como la define Kovalevskiy, pretende abrir vías de encuentro y cooperación en los ámbitos de la educación, la ciencia y la universidad. Comparte esta aventura con Berezkin, quien detalla que el trimarán “es único en el mundo”. “Ha sido construido para este viaje y se puede deshacer para transportarlo”, informa. Siguen la ruta que hacían los antiguos navegantes rusos, quienes descubrieron la Antártida, y así alcanzarán tres récords. “De la vuelta al mundo en trimarán, de la navegación alrededor de Sudamérica en un buque de estas características y de longitud del viaje”, detalla.

Lo “más importante” para estos navegantes en esta aventura es “conocer gente interesante” y llevar “Rusia a otros países”. La representante de la Comisión Federal de la Sociedad Geográfica Rusa y coordinadora de la expedición, Yulia Kaluzhnaya, que completa el recorrido por tierra y aire, cree que este viaje es una forma de acabar con los mitos que rodean a Siberia. “La gente piensa que es un lugar frío y con poca vida, pero es maravilloso”, desvela, y añade que se ha creado la ruta turística Anillo de oro de Siberia, un recorrido de 15 días por 10.000 kilómetros de esta región rusa. “Hay animales únicos, aguas medicinales, montañas, llanuras, bosques y muchos grupos étnicos con diferentes culturas, tradiciones y gastronomías”, comenta.

La previsión es que el Russian Ocean Way llegue hoy al Puerto coruñés, pero todavía no se ha concretado la hora porque están solucionando un problema técnico. Después partirá hacia Vigo y Lisboa. En su comparecencia, Evgeny Kovalevskiy intentó hablar español, pero reconoce que no es fácil practicarlo porque “en Siberia nadie lo habla”. Al cuello lleva una bandana azul, que representa esa “amistad” que él busca allá donde va, junto “a la paz”. También se la colocó al presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, que recuerda que a A Coruña le gusta “recibir y acoger todo tipo de expediciones a lo largo de los siglos”, como la expedición Humboldt, de la que hace 222 años. A la cita acudieron también el vicepresidente primero de la Sociedad Geográfica Española, Javier Alonso-Iñarra; el cónsul honorario de la Federación de Rusia en Galicia, Pedro Mouriño; el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, y miembros del Real Club Náutico de A Coruña, Cesuga y Fundación Translatio.