Un hombre aceptó ayer una pena de cuatro años de cárcel —ya lleva dos en prisión— así como el pago de una indemnización de 21.000 euros para no ser juzgado por los delitos de amenazas y abusos sexuales, así como de dos de maltrato, tres de vejaciones, dos de revelación de secretos y un delito contra la integridad moral de los que se le acusaba y de los que admitió ser culpable, ayer, en la Audiencia Provincial de A Coruña.

El hombre, que no nació en España, aceptó también su expulsión del país durante diez años, y asumió ser culpable de los delitos de los que se le acusaba.

En su escrito de calificación, el Ministerio Fiscal solicitaba penas que sumaban veinte años y ocho meses de cárcel para el hombre, acusado de maltratar a su pareja sentimental, abusar de la hija de ella y amenazar a la madre de la que era su compañera para que abandonase el domicilio.

Según sostiene el Ministerio Fiscal, el encausado mantuvo una relación sentimental con la mujer, con la que se fue a vivir a su residencia habitual, en A Coruña junto a la hija de su pareja, menor de edad, y su abuela, desde octubre de 2018.

Los hechos

Pasados unos quince días del inicio de la convivencia, empezó a controlar los horarios de su pareja, “decidiendo la hora en que tenía que comer o acostarse, impidiéndole mantener conversaciones con amigos, quedar con ellos o con familiares, aislándola de su entorno habitual, especialmente de su familia”, según consta en el escrito de la Fiscalía.

“Solo quería que se relacionase con él, criticaba su forma de vestir y cuando se enfadaba rompía objetos, daba golpes, la insultaba”, añade el Ministerio Público, que relata que también controlaba el teléfono de la víctima que tenía una actitud de “sometimiento” hacia él.

A ello, sumó comportamientos violentos hacia ella tanto en 2019 como al año siguiente. Por otra parte, indica que también controlaba el móvil de la hija de la mujer, a la que insultaba y a la que —añade el fiscal— le realizó tocamientos después de iniciar la convivencia en el domicilio familiar.

El escrito de acusación de la Fiscalía explica que mantenía una “conducta vejatoria, amenazante y agresiva” con la madre de su pareja y abuela de la menor con el fin de que abandonase el domicilio familiar.

Finalmente, el hombre aceptó ser culpable de todos los cargos y afrontar una pena de cuatro años de cárcel.