Imelda Capote es la delegada especial de la Agencia Tributaria en Galicia, y la última participante en el ciclo de charlas As mulleres cen anos despois de Emilia Pardo Bazán, organizada por el Concello y la Real Academia Galega. Ayer conversó con el periodista Luis Llera, en la sede de la segunda institución, acerca de la situación de la mujer en la Administración, el techo de cristal y los retos para conseguir la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. El ciclo continuará en los próximos meses con encuentros con mujeres periodistas, médicos y artistas. La entrevista se realizó por cuestionario.

¿Cómo ha visto cambiar la situación de la mujer en la Administración a lo largo de su carrera profesional?

Llevo en el cargo de delegada especial de la Agencia Tributaria en Galicia siete años y medio y trabajando en la función pública como Inspectora de Hacienda del Estado diecisiete años. En la Agencia Tributaria la gran parte del personal accede a través del sistema de oposición, lo cual garantiza la plena igualdad entre hombres y mujeres en la obtención de plazas y por tanto de acceso a puestos de trabajo; esto mismo ocurre en muchas administraciones públicas. Adicionalmente, una vez que un funcionario accede a un puesto de trabajo en la Agencia las posibilidades de acceso a puestos de responsabilidad son idénticas para hombres y mujeres: la promoción se basa en méritos, experiencia, capacidad de trabajo, formación y antigüedad, entre otros elementos.

¿Con qué retos (o en su caso, episodios de discriminación) se ha encontrado durante su trabajo en la Administración?

Me he encontrado con muchos retos personales en mi trabajo, como la puesta en marcha de nuevos proyectos, la implantación de modificaciones normativas, la consecución de resultados, etcétera, pero nunca me he encontrado con episodios de discriminación en la Agencia Tributaria (ni relativos a mi persona ni en relación a los funcionarios que dependen de mí). Tampoco me he encontrado con episodios de discriminación ni en la Universidad en la que estudié ni en los distintos colegios a los que fui. Sé que he tenido mucha suerte, también soy consciente de que existen en el mundo laboral casos de discriminación, pero también creo que la sociedad ha mejorado mucho en este sentido.

¿Cómo cree que es la cultura, en los ámbitos en los que ha trabajado, en relación a la asunción de otras tareas por parte de las mujeres empleadas? Por ejemplo, ¿cree que cogen más bajas por maternidad o medias jornadas y que eso afecta a su carrera?

En la Agencia Tributaria las bajas de maternidad y de paternidad se solicitan por el personal con normalidad. En relación a solicitudes de reducción de jornada, y otras medidas de conciliación como la flexibilidad horaria, están obviamente a disposición de todos los trabajadores. Lo que yo veo en la agencia es que las cargas familiares se comparten en la pareja.

¿Considera que existe un techo de cristal que limita la presencia de mujeres en los puestos de más responsabilidad técnica?

En la Agencia Tributaria no existe ese techo de cristal, hemos tenido directoras generales de la Agencia, directoras de Departamento, subdirectoras de Departamento, delegadas especiales, delegadas, jefas de Dependencia y administradoras. En concreto, en Galicia la máxima jefatura de la Delegación Especial está compuesta por trece miembros, de los cuales nueve somos mujeres.

¿Cómo compararía esta situación en la Administración con la de la empresa privada?

En el sector privado yo creo que también se está avanzando en los últimos años positivamente, aunque evidentemente se parte de una situación pasada en la que lo más habitual era que los puestos de responsabilidad estuvieran ocupados por hombres.

¿A qué distancia queda la igualdad efectiva en puestos de responsabilidad?

En la Agencia Tributaria la igualdad efectiva en puestos de responsabilidad es una realidad y creo que esto lo podemos extender a muchas administraciones públicas y me gustaría pensar que cada vez a más empresas.

¿Cómo concibe la igualdad, y cuáles cree que serían los mecanismos óptimos para conseguir que exista?

La igualdad a mi juicio empieza por la educación en el ámbito familiar y en el escolar, sigue en la Universidad y después debe materializarse en una igualdad de oportunidades para mujeres y hombres de tal forma que los únicos factores que se tengan en cuenta para decidir a quién darle un puesto de trabajo sean la capacidad, el esfuerzo, la formación, la experiencia ... Es decir en parámetros objetivos.