Mariaje Cabana es Astrogirl. Una cantautora coruñesa que trata de hacer viajes interiores a través de sus canciones. Se encuentra en un buen momento a nivel profesional, a punto de publicar una nueva canción de su disco Portales, que saldrá a la luz el 24 de septiembre. Diez temas, diez postales y la intención de descubrir qué hay detrás de las caretas que alguno se pone para aparentar.

Mañana lanza Ángeles durmientes, ¿qué cuenta en esta canción?

Es una canción en la que hablo sobre la vanidad, sobre la fachada que nos ponemos todos para relacionarnos unos con otros desde algo que no es realmente auténtico. Es como una invitación a mirar más allá de eso.

¿La pandemia ha ayudado a mirar más allá?

Pues no lo sé. A veces parece que sí y otras veces todo lo contrario, que todavía está peor. Es un tiempo muy extraño. Veo que estamos un poco al límite, a veces nos vamos un poco más para dentro y otras nos reforzamos más en esa fachada.

¿Por qué elegirlo como segundo adelanto del nuevo disco?

Es la primera canción movida y bailable que tengo. Le tengo mucho cariño por eso porque tenía ganas de hacerlo. Es un single bastante potente. El primero que saqué tenía un significado más espiritual, pero esta es una canción con más ritmo y asequible para el público en general.

Tiene un toque indie, ¿se ve en todo el disco o hay variedad?

Hay un poco de todo. Es un disco conceptual, con un tema muy claro, que es como un viaje interior. Lleva todas las canciones hiladas, con pasajes sonoras e incluso pequeños fragmentos de spoken word. Cada tema, aunque todo esté muy relacionado y muy unido, tiene su propia historia y su propio sonido. Hay canciones sin bajo ni batería, solo con guitarra y sintetizadores, y otras mucho más armadas. Estoy muy contenta porque me siento muy representada.

¿Cómo fue trabajar con el productor Guille Mostaza?

Ya es el segundo trabajo que hago con él. Es una maravilla. Entiende perfectamente mi música, lo que quiero transmitir y lo mejora exponencialmente. Da con el sonido mejor de lo que yo imaginaba en mi cabeza. Además, es una persona maravillosa y tiene mucha psicología. No creo que cambie de productor.

También ha ideado el videoclip del nuevo tema, ¿cómo fue el proceso?

Lo grabamos en un coche por el paseo marítimo, en el monte de San Pedro y en la tienda de ropa Psicodelia. Como es una canción sobre la vanidad y la fachada, la primera idea que tuve fue ir a la tienda, que me encanta. Voy probando diferentes trajes, haciendo el tonto, para hablar del postureo. Lo grabó Olalla Ferga, con la que trabajo siempre. Estoy encantada. Nos entendemos a la perfección.

La canción viene acompañada por una ilustración de Agustina Shuan, ¿qué representa?

Ella ha hecho todo el diseño del disco y cada canción va a tener su propia ilustración. La de esta canción representa esa serpiente, que es el hilo conductor del disco, es un símbolo muy importante para mí, que es la consciencia y la parte interior, la que dice la verdad, que mira a ese bichejo con alas que no sabemos muy bien qué es. Representa la vanidad. Se miran para intentar encontrarse y establecer un diálogo. Como el disco habla de un viaje, cada tema es una parada en ese viaje y tendrá una postal física, como las que mandábamos antes por correo. La serpiente aparece en casi todas porque es el personaje principal. Todo está relacionado con lo que transmite la canción.

Hablando de ese animal, el año pasado publicó Salve Serpiente con Nacho Vegas. ¿Qué le aporta el trabajo con el cantautor?

Justo después del lanzamiento vino la pandemia, así que tuve la mala suerte, como todo el mundo, de no poder presentarla como es debido. Una gira que tenía cerrada se vino abajo. En ese sentido, fue un poco bluf, pero sí es verdad que me abrió muchas puertas. Me dio a conocer a una gran parte de su público, incluso en Latinoamérica, que me hace una ilusión tremenda. Y, por supuesto, el simple hecho de trabajar con él, que es uno de mis ídolos de siempre. Ya solo por eso, me siento agradecida.

El vídeo de esa canción está grabado en el BâBâ Bar, una sala ya desaparecida.

El BâBâ Bar era una espacio mítico en A Coruña. Actué allí un montón de veces. Me da mucha pena que sitios así cierren. Además, el lugar en sí tenía muchísimo encanto. Es terrible, esperemos que no siga pasando esto. Es una pérdida para los artistas, para las salas, para el público, para el tejido cultural... Para todos.

Sale su nuevo disco, Portales, a final de mes, ¿ya tiene programado algo de la gira?

Todavía no tengo nada cerrado. Tengo una presentación medio fijada, pero ni siquiera sé si se va a llevar a cabo porque los aforos en las salas están muy reducidos. Este disco se merece una presentación con toda la banda y en estas condiciones no lo voy a poder hacer. Estoy barajando posibilidades.