Ginebras es color, ritmo, buen rollo y referencias generacionales. Ese grupo que uno no puede parar de escuchar. Mañana (23.00 horas) disfrutarán de su primer concierto en la Sala INN de A Coruña, de donde es la cantante, Magüi, a la que todavía le cuesta asumir que su banda ea una de las favoritas de Dani Martín.

Su primer bolo en casa. ¿Cómo vive el concierto?

No te puedes hacer una idea de lo emocionada que estoy. Desde que hicimos el grupo y fichamos por nuestro sello dije “por favor, me da igual todo lo que hagáis, pero llevadnos a tocar a A Coruña”. El rollo de sala nos apetece un montón. Hemos estado tocando en espacios muy abiertos por el coronavirus. Es un cúmulo de muchas cosas que nos hace mucha ilusión, sobre todo a mí.

La pandemia estalló cuando estaban en su mejor momento hasta la fecha. ¿Cómo lo gestionaron?

Al principio, mucha frustración. En el confinamiento los ánimos estaban por los suelos, no veíamos el final. Llegó un momento en el que decidimos cambiar el chip. Dentro de lo malo, hemos podido tocar mucho. Hay gente que no ha tenido esa oportunidad. Tenemos la filosofía de “las cosas han pasado así, nos sigue yendo bien, vamos a mantenernos en lo que estamos y hacer música”. Ha habido momentos más duros, pero somos positivas.

Es algo que caracteriza al grupo. Su disco da ganas de bailar y olvidarse de todo. ¿Cuál es la clave para lograrlo?

(Ríe) A veces también estamos tristes. Antes de formar la banda, éramos de ir a festivales y teníamos muy claro que queríamos esa energía, música que se pueda bailar y saltar. Fue un poco un efecto espejo. Queríamos hacer feliz a la gente. Siempre digo que igual el siguiente disco es otro rollo totalmente distinto, pero esto era lo que nos pedía el cuerpo. Además, sin haberlo planeado, hemos ayudado a mucha gente. Nos llegaron mensajes de “gracias por alegrarme la cuarentena”. Solo con eso, ha merecido la pena.

¿Cómo crean las canciones para acabar hablando de postureo, ropa vintage o cosas moradas?

Nuestras canciones salen de conversaciones con amigos, de cañas, o nosotras hablando de tonterías. La canción de Vintage nació un día hablando con unos amigos sobre por qué la ropa vintage es tan cara si viene casi toda rota. Nos inspiramos mucho en las cosas que nos pasan o que les pasan a nuestros amigos, a los que les robamos las historias para hacerlas canciones. Creo que la gente se siente identificada con nuestras canciones porque son temas que le pasan a todo el mundo.

En cambio, su pareja más famosa, Paco y Carmela, es inventada.

Sí, hay mucho revuelo con eso. Queríamos contar una historia de amor pero que no fuese la típica empalagosa. Nos apetecía hablar del amor entre dos personas mayores divorciadas porque nunca es tarde para conocer el amor. Ese es el mensaje, pero ha causado un poco de decepción que no sean reales.

¿Siguen reivindicando que hay espacio para todos los gustos musicales, sin prejuicios?

Total. Hay gente a la que le da corte decir que le gusta X música. Siempre digo que los gustos son relativos, a una persona le gusta más una cosa u otra, pero no hay que minusvalorar nada porque no deja de ser arte.

¿Qué referencias tiene Ginebras?

Somos todas un poco de nuestro padre y nuestra madre, pero luego coincidimos mucho. Las cuatro hemos mamado mucho del indie español, del pop de los 90 y nuestro máximo referente son The Beatles. Suena un poco a tópico, pero ahí las cuatro encajamos a la perfección. Muchas influencias de The Beatles se ven en nuestras canciones. Aun así, cada una aporta un poco de lo suyo.

Han comentado que su descubrimiento fue Sidonie. ¿Harán una versión de uno de sus temas como hicieron con Con altura de Rosalía?

Seguro. Son un poco nuestros padrinos musicales y siempre nos han tratado increíble, dándonos consejos y apoyándonos. No se descarta, o igual una canción Ginebras y Sidonie.

¿Todavía os sorprende que otros artistas se fijen en su grupo?

Sí, sigue sorprendiendo, sobre todo si se trata de Dani Martín. Es una maravilla. Es un regalazo que tengamos la oportunidad de conocer a artistas que admirábamos.

¿Qué le espera a Ginebras en los próximos meses?

Estamos haciendo un montón de conciertos y tramando el segundo disco. Estamos componiendo y grabando. Siempre estamos haciendo algo.

¿Tenían claro que querían una banda femenina?

Sí. Queríamos reivindicar eso. Hay bandas femeninas, pero pocas, hay muchas más de hombres. Hay gente a la que todavía le choca que las chicas toquen instrumentos, porque cantantes de grupos ha habido muchas. Era una prioridad para reivindicar que nosotras también tocamos. Queremos que las niñas pequeñas vean a mujeres tocar y que sepan que ellas también lo pueden hacer. Si no hay referentes, no va a cambiar la cosa. Nosotras nos estamos comiendo bastante mierda, pero lo hacemos a gusto. Parece que los grupos de chicas son un género nuevo, pero no, son grupos normales. Esperemos que en un futuro sea totalmente diferente.

¿Se han visto en alguna situación desagradable?

Sí. En entrevistas que nos han hecho con preguntas que no harían a un grupo de chicos o actitudes. En pruebas de sonido, ciertos técnicos se dirigen a nuestro mánager hombre para hablar. Nada grave, pero lo notas. Hasta nos han dicho “para ser chicas, no tocáis mal”.