La webserie es un género en el que cabe todo: desde historias de tribulaciones universitarias y dramas preadolescentes que a cualquiera pueden resultar familiares, hasta la propuesta más distópica en la que una clínica de suicidios propone un catálogo para escoger el método. El Carballo Interplay, que estrena estos días su octava edición como epicentro de la creación digital y audiovisual gallega, acredita, con sus finalistas a la mejor webserie, que la sede del formato está en A Coruña.

Las autoras de los cuatro proyectos finalistas, propuestas estéticas diversas, ácidas y en las que la comedia se toca a veces con el thriller y el drama, o bien son coruñeses, o bien residen en la ciudad. Belén Puime, Pedro Souto, Anita Pico, Rocío López, Silvia Lorenzo y Margot Alvarado acreditan que, si de algo puede presumir el género, es de tener futuro y solvencia para encarar cualquier guion. La webserie ganadora del certamen se dará a conocer esta noche en la gala que se celebrará a las 21.00 horas.

Imagen de la webserie 'Trela' Cedida

PulpAir, de Anita Pico y Rocío López. Una aerolínea made in Galicia con sede en el ficticio aeropuerto de Carballo, y con un único vuelo que conecta la capital bergantiñana con Londres, se enfrenta a los retos de la modernización y a la competencia con las grandes multinacionales del sector. “Soy de A Coruña, pero estudié en Estados Unidos y en Londres. Pasé mucho tiempo en aeropuertos en ese período”, relata Anita Pico a respecto de la elección del tema. Todo cambiará en la aerolínea PulpAir, acostumbrada a sus ritmos y a su funcionamiento familiar, con la entrada de una nueva azafata, muy preparada, pero que llegará dispuesta a cambiarlo todo.

Pringadas, de Belén Puime. La pérdida del primer amor, el enfrentamiento con su grupo de amigas en las redes sociales y el Virus del Papiloma Humano centran las tramas de los capítulos autoconclusivos que componen Pringadas, la webserie con la que Belén Puime se enfrenta a los trances de la vida universitaria que le hicieron sentirse precisamente eso, una pringada. Con actrices salidas de la Escola Galega de Teatro Musical, Puime propone un espejo para las pringadas del futuro. “Está dentro de una estética de la Generación Z, porque es importante que las nuevas generaciones que entran ahora en la universidad tengan referentes audiovisuales”, justifica.

Non son a túa avoa, de Pedro Souto. Una anciana residente en el Agra del Orzán se propone fingir su desaparición. Un thriller neo noir con toques de comedia negra en el que, en palabras de su autor, “la trama se compone a través de una cadena de malas decisiones por parte de los protagonistas, que llevará a todos a una conclusión trágica”. La serie, aunque se dividirá en capítulos de 20 minutos, puede funcionar incluso como una película, pues ninguno de ellos tiene un final concluyente.

Trela, de Silvia Lorenzo y Margot Alvarado. A Coruña, año 2040. La pandemia ha terminado, pero sus efectos, lejos de ser una reminiscencia para la población, hicieron estragos en su forma de sentir y relacionarse. Trela presenta el relato distópico de una sociedad que ha perdido la capacidad de emocionarse. Como consecuencia, surgen clínicas de suicidios en todo el país, que ayudan a gente a terminar con su vida de las formas más surrealistas. Tres mujeres, la protagonista, usuaria de la clínica; la terapeuta y la directora, llevan el peso de la trama. “Está creada por un equipo mayoritariamente femenino. Queríamos hacer contenidos en los que tengan cabida actrices de más de 40, romper los tópicos de edad y de raza”, añade Lorenzo.