La vacunación sin cita se inició ayer en Expocoruña con una gran afluencia de vecinos en busca de su primera dosis de la vacuna. Algunos, quizá porque no se habían interesado por el procedimiento antes, llegaron más que desubicados e, incluso, hicieron que las voluntarias de Protección Civil no tuviesen ni tiempo ni ganas de hacer bromas, como otros días. Al menos dos de los que ayer acudieron a vacunarse por la mañana, querían entrar con su patinete en el edificio, como si no fuese una instalación sanitaria. Hubo también quien quiso entrar con su perro y se indignó cuando le dijeron que solo podía hacerlo con un perro guía y que el suyo no lo era. Muchos se intentaban saltar el circuito de triaje en el que los voluntarios indican en qué fila se hay que colocarse e, incluso, un hombre quiso hacer la cola como acompañante sin llevar mascarilla.