La ley de rehabilitación de Galicia incluye que, en aquellas zonas en las que se hubiese declarado un área Rexurbe —actualmente, solo barrios de Mondoñedo, Ribadavia y A Coruña— se podría cobrar a los propietarios de los inmuebles en estado ruinoso un canon para forzarles a realizar obras de mantenimiento en sus edificios.

En A Coruña, a pesar de que el área Rexurbe se declaró en julio del año pasado, todavía no se ha cobrado ni un euro por este concepto ya que, según indican fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, el primer paso que se debe dar en este sentido es que el Concello presente un plan de dinamización de las zonas afectadas, en este caso, de la almendra central de la Ciudad Vieja, delimitado por las calles Herrerías, plaza de las Bárbaras, calle de Santa María, plaza de Santo Domingo y la calle Santo Domingo, incluyendo todas las calles interiores, y también del eje Orzán-Panaderas.

Una vez que el Concello envíe este plan de actuación, tendrá que ser aprobado por la Xunta y, a partir de ahí, tiene que abrir sus puertas la Oficina Rexurbe, que según los planes del Gobierno local anunciados ya el año pasado, se incorporará a las funciones del servicio municipal de rehabilitación, que ampliará sus funciones. Entonces, los trabajadores facilitarán al Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) información sobre los inmuebles que se hayan declarado en estado de abandono.

La aplicación de este tributo, según consta en la exposición de motivos de la ley, no es castigar a los propietarios de los inmuebles por no haber invertido en su mantenimiento, sino impulsar la rehabilitación en estas áreas de regeneración urbana designadas de interés autonómico. En este sentido, la Xunta recoge una exención del 100% del canon para las personas que, a pesar de ser propietarias de inmuebles en estas áreas, carezcan de recursos propios suficientes para hacer frente a la reforma que requieren sus inmuebles.

Los ingresos obtenidos por la recaudación de este canon, deducidos los gastos derivados de su gestión, se destinarán —tal y como explica la ley— para financiar las actuaciones y las medidas de dinamización y de protección del área de regeneración en la que sean recaudados, de modo que, si se llega a cobrar esta tasa en A Coruña, revertiría en la dinamización de los barrios de la Ciudad Vieja y el Orzán.

Por el momento, el Concello no ha puesto fecha a este plan de dinamización de la zona Rexurbe, que es el trámite previo a que se pueda elaborar la relación de los propietarios que incumplen con sus deberes de rehabilitación y cuyos bienes han sido declarados en ruinas por el Concello. La ley incluye también otras vías para facilitar la adquisición de estos inmuebles, como son la expropiación, la venta de los edificios o bien el relevo forzoso de la propiedad.

Cuando la Xunta aprobó la petición del Concello de declarar el área Rexurbe en A Coruña, el Gobierno local contabilizó 519 edificios con un total de 2.188 viviendas, de los cuales, 73 inmuebles se encontraban, en julio del año pasado, en estado deficiente, malo o ruinoso. La ley autonómica de rehabilitación explica que la finalidad de este canon es reducir el número de inmuebles en estado de abandono, toda vez que el pago de un tributo es para incentivar la rehabilitación y para que los propietarios no incumplan las órdenes de ejecución dictadas por el Concello, ya que es a partir del primer incumplimiento cuando se inicia el proceso.

Siete ofertas para que la Xunta compre sus edificios y un aumento de presupuesto hasta los 2,2 millones de euros

Entre abril y julio de este año, se presentaron siete ofertas para que la Xunta adquiriese inmuebles en el ámbito de actuación del Plan Rexurbe —la almendra de la Ciudad Vieja y el eje Orzán-Panaderas—. Las condiciones eran que tenían que ser edificaciones en mal estado para que, tras su rehabilitación, la Administración pudiese ofrecer sus viviendas en régimen de alquiler a precio reducido. La presentación de estas siete propuestas hizo que la Xunta aumentase el presupuesto asignado inicialmente de un millón de euros a casi 2,2 millones, ya que, según explicó a principios de este mes la conselleira de Vivenda, Ángeles Vázquez, la Xunta tiene la intención de comprar todos aquellos inmuebles que se le ofrezcan en estas zonas y que cuenten con las condiciones requeridas. Es decir, la Xunta no va a comprar inmuebles que se encuentren en buen estado o que no sea necesario someter a rehabilitación, ya que el espíritu de la medida es evitar que zonas de interés autonómico cuenten con menos edificios ruinosos y faciliten la regeneración urbana. A lo largo de este año, la Consellería de Vivenda pidió la colaboración del Concello y de entidades vecinales para difundir la propuesta entre los propietarios de los edificios de las zonas afectadas por el plan Rexurbe. Con esta estrategia, el Gobierno autonómico consiguió el interés de siete titulares de inmuebles en mal estado, seis de ellos, en la zona del eje Orzán-Panaderas y uno en el casco histórico. La Xunta tiene un plazo de tres meses para estudiar cada una de las propuestas recibidas por los propietarios, una vez analizadas, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda tasará los inmuebles para intentar formalizar su compra.