El Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña investiga el fallecimiento de una mujer el 10 de diciembre de 2019 en la residencia DomusVi Concepción Arenal, en el barrio de Matogrande. El juzgado ha citado a declarar como investigadas a la directora del centro, al médico que estaba de guardia —aunque no presencialmente en la residencia— y a la coordinadora del servicio de enfermería.

Desde el 14 de septiembre y hasta el 30 de este mes, más de una veintena de personas declararán ante la juez por estos hechos, aunque solo estas tres personas lo harán como investigadas. Las demás lo harán como testigos. La providencia de la jueza indica que, además, se comunique a Quavitae Servicios Asistenciales y a la Xunta la existencia de este procedimiento en calidad de responsables civiles subsidiarios.

La Consellería de Política Social indica que no se personará en este caso, ya que si bien la residencia es pública, la gestión es privada, por lo que deja en manos de DomusVi la defensa del caso y que, en caso de que la sentencia sea condenatoria, la acatará sin haberse defendido.

El atestado policial recoge las declaraciones del personal sanitario que estaba en el centro ese día, entre ellas, una enfermera que la trató en el turno de tarde y que le administró a la residente un medicamento intravenoso antes de marcharse, ya que había vomitado otro anterior. Una compañera, también enfermera, que entró en el turno de la mañana y se encontró a la mujer en muy mal estado, indicó que, “por su experiencia”, lo que le pudo haber pasado es que la mujer se hubiese ahogado al habérsele ido su propio vómito al pulmón.

Las dos enfermeras que la asistieron por la mañana declararon ante la policía que si hubiese habido enfermera en el centro, el fallecimiento no se hubiese producido, ya que, durante esa guardia solo había auxiliares de enfermería que tenían pautado avisar por teléfono al médico si algún residente empeoraba.

Una enfermera, que ya había denunciado a la residencia por acoso laboral, advirtió tres meses antes en su querella de que algo así podría ocurrir, ya que no se cumplían las ratios de personal requeridas. La enfermera, representada por la abogada Belén Canosa, interpuso la denuncia por supuesto delito de homicidio por imprudencia profesional grave contra la directora del centro.

Cabe recordar que los hechos suceden antes de la pandemia Fuentes de DomusVi indicaron a preguntas de este diario que la investigación está en curso, por lo que no se han formalizado las acusaciones y que la firma actuará “con transparencia” en el procedimiento judicial.

Los auxiliares que atendieron esa noche a la residente declararon ante la Policía Nacional que el estado de la mujer había ido “empeorando progresivamente” con el paso de las horas y que llamaron hasta en dos ocasiones al doctor de la residencia, una sobre las dos o tres de la madrugada, alertándole de que la paciente tenía fiebre, a lo que el facultativo les dijo que le pusiesen paños fríos para bajarle la temperatura. La segunda llamada fue sobre las cinco o las seis, recibiendo la misma respuesta y que ya por la mañana vería a la usuaria. A las 7.36 horas, una auxiliar llamó al 061 ante el “empeoramiento” de la mujer y el servicio de emergencias envió a una ambulancia. En esta llamada, según consta en el atestado policial, “el personal de ambulancia comunica al médico que, después de preguntar en el centro, le dijeron que esa noche no tenían a nadie, ni médico ni siquiera a enfermeras, solo auxiliares” y que entonces, tendría que ir un médico a ver a la paciente. A las 8.05 horas, se realiza una llamada al centro de salud de Matogrande para que se desplace un médico, ya que no es aconsejable mover a la residente.

Uno de los auxiliares declaró también que, a su llegada, el personal sanitario de la ambulancia solicitó el uso de un tipo específico de oxígeno que, si bien tenían en sus instalaciones, no pudieron usar porque no estaba cargado y al no haber enfermeras en el centro, no pudieron hacer uso de él.

En el atestado policial consta que los trabajadores manifestaron en sus declaraciones que la “carga de trabajo del centro es bastante”, que “haría falta más personal” y que “no dan abasto para tratar correctamente” a los usuarios. En el informe se recogen ejemplos como que, a la hora de la comida, como tienen que hacer “rápido” esta tarea, algunos de los residentes no están “alimentados correctamente”, que ingieren la comida fría y, en algunos casos, incluso se llega a la “desnutrición” de los residentes.

Una de las trabajadoras alertó incluso a la policía de que, para merendar, a los residentes se les da “un zumo aguado” y que, en ocasiones, hasta tienen problemas para encontrar un yogur que darles ante una bajada de azúcar. Los agentes encargados de la investigación del fallecimiento de esta usuaria dan por contrastado —tanto por el sistema de fichajes de la residencia, como por las declaraciones del personal— que, en el turno de noche en el que la mujer empeoró no había ninguna enfermera ni enfermero de guardia, y que los auxiliares tenían el teléfono de un médico para llamarle en caso de emergencia.

Sobre el cumplimiento o no de las ratios de personal de enfermería, “la investigación confirma que, efectivamente, aproximadamente desde el verano de 2019, no se cumplían” los mínimos de que en los grandes centros residenciales tiene que haber, al menos, un enfermero o enfermera durante las 24 horas del día. Los agentes lo dan por confirmado no solo por las declaraciones de los trabajadores sino también por la existencia de un documento de dos hojas para los días en los que no había presencia de este personal especializado con el encabezado: “Tareas a seguir auxiliares de turno de noche”, en el que, según consta en el atestado, “se indican las funciones propias de enfermería a realizar por las auxiliares”. Menos claro tienen los agentes si se cumplen o no las ratios de auxiliares de enfermería, ya que no pueden “llegar a una conclusión final”, según su informe y es que, DomusVi entregó a los agentes un protocolo de actuación que sí cumple, pero que los policías desconocen “de dónde se extrae” el estándar de “dos trabajadores de atención directa en cada turno” para la elaboración de este documento.

La denuncia incluye, además, que no hay personal de seguridad en horario de noche. Unos hechos que la policía da por probados con las declaraciones de los trabajadores que manifestaron, además, que este es uno de los puestos que se vio afectado con los recortes de personal y que, derivado de ello, son los auxiliares los que tienen que abrir la puerta durante este turno y los que se enfrentan sin ayuda a la intervención de los residentes que se ponen violentos.

En la denuncia anterior por el conflicto laboral, interpuesta por una enfermera contra el centro, la trabajadora hacía referencia a que, a partir del acto de conciliación derivado del proceso judicial, se habían cambiado los protocolos, ya que antes, los auxiliares de enfermería estaban obligados a administrar insulina en el turno de noche y que se sustituyó por la actual de llamar al médico de guardia.