La Policía Local y Nacional reforzará a partir de este fin de semana la vigilancia en zonas de ocio nocturno para evitar aglomeraciones y molestias a los vecinos. Lo anunció ayer la alcaldesa, Inés Rey, quien destacó que este dispositivo permitirá controlar la zona del Orzán, donde se concentran decenas de pubs y que ha recuperado la actividad en las últimas semanas al reabrir el ocio nocturno, aunque el horario de cierre está fijado a las tres de la madrugada.

Fuentes municipales informan de que las patrullas del 091 y 092 controlarán las calles Socorro y Orzán, además del entorno de Riazor, donde hay varias discotecas, y la plaza de Santa Catalina. Vecinos de esta zona próxima a San Andrés se han quejado, en los últimos días, por ruidos de madrugada, procedentes de un local de hostelería. Afectados explican que los jóvenes se concentran a las puertas del establecimiento, lo que hace que los ruidos impidan el descanso. Aunque el ocio nocturno cierra a las tres de la madrugada, algunos grupo de amigos continúan por estas calles, lo que genera molestias. La plaza de Santa Catalina fue declarada hace una década Zona de Especial Protección (ZEP), distintivo del que también presumen los jardines de Méndez Núñez y las plazas de Azcárraga y el Humor, así como el entorno de la Ciudad Vieja. La ordenanza local para regular la convivencia y el espacio público, en vigor desde 2008, recoge que esta declaración “impide la concentración de personas en horario de descanso nocturno”. Aun así, en esta céntrica plaza sigue habiendo locales abiertos de noche, lo que genera concentraciones. Los vecinos de Santa Catalina piden al Concello que tome medidas para evitar esta situación.

El pasado fin de semana, coincidiendo con el primer jueves universitario, agentes del 092 tuvieron que intervenir en las calles Socorro y Vista, las plazas de Santa Catalina y María Auxiliadora y en la zona de Riazor y la Marina —alrededores de Palexco— para evitar que los jóvenes se juntasen en grupos grandes. Algunos consumían bebidas de los locales de ocio nocturno, pero fuentes policiales indicaron que no se estaba haciendo botellón.

Representantes del ocio nocturno están negociando un protocolo con la Xunta para recuperar la normalidad. Los locales pretenden recuperar su horario habitual y aumentar los aforos, que ahora están reducidos.