La estadística delictiva del Ministerio del Interior muestra que en los primeros seis meses de este año se produjo un repunte de los delitos en comparación con el mismo periodo de 2020, cuando la mayoría de infracciones cayeron debido al confinamiento. Pero, si en España el incremento fue moderado, del 11,7%, y las tasas siguen siendo inferiores a las del lustro pasado, en el municipio de A Coruña la subida fue del 33,3%. Se ha llegado a los 2.179 delitos por 100.000 habitantes, la tasa más alta desde que se empezaron a proporcionar datos a nivel municipal, en 2015. Esta cifra récord supone también que, desde que se elabora la estadística, A Coruña ha sobrepasado por primera vez a la media nacional de delitos, que en el primer semestre fue de 1.896 casos por 100.000 habitantes. Concretamente, en un 14,95%.

La tendencia creciente ya se había apreciado antes del coronavirus. Entre enero y junio de 2015 la tasa fue de 1.893 casos por 100.000 habitantes, mientras que la española era un 15,5% más alta, casi idéntica a la actual en la ciudad. Hasta 2019 las incidencias en A Coruña fueron incrementándose hasta rozar los 2.100 casos, mientras que en España lo hacían de manera más lenta. En 2020 la caída en A Coruña fue menos pronunciada que la media española, y el incremento, este año, más destacado, con lo que la media nacional y coruñesa han acabado por intercambiar posiciones.

No todos los delitos siguen la tendencia general, pues A Coruña destacó este año, sobre todo, por la gran cantidad de hurtos. No está claro que sea especialmente violenta. En la ciudad no hubo homicidios ni asesinatos en el primer semestre, si bien sí dos en el tercero, para el que aún no hay estadísticas. Se contabilizaron cinco intentos de muertes violentas (un 104% más que la media nacional), pero esta categoría, al suponer muy pocos casos, resulta muy volátil. En cuanto a otros tipos de violencia, las riñas tumultuarias y lesiones bajaron un 13,3% desde 2020, hasta las 26, que es el dato más bajo desde 2016, la primera vez que las estadísticas incluyen esta categoría. Es un 40% menos que la media española.

Hubo más casos de delitos contra la libertad e intimidad sexual, 40, de los que tres fueron agresiones con penetración. Este ha sido el año con más casos tras 2019, cuando hubo 42, y el aumento en relación a 2020 es del 29%. La media coruñesa es muy parecida a la tasa española, solo un 3% inferior.

Los robos con violencia e intimidación subieron un 63,5%, hasta los 121 casos, una cifra récord desde que existen datos, si bien no se puede decir que A Coruña sea un caso aparte, ya que, poniendo la cifra en relación a su población, la tasa se corresponde casi perfectamente con la nacional. En cuanto a los robos con fuerza en viviendas, hubo 97, un descenso del 15,7% en relación a 2020, pese al confinamiento de ese año. Es una de las cifras más bajas de la serie histórica, y la tasa es un 44% inferior a la media nacional. Los robos con fuerza, en general, bajaron un 35% en la ciudad el pasado semestre, si bien en el tercer trimestre se produjo una oleada de robos en domicilios que estas estadísticas todavía no recogen. La mayor parte de los delitos en España y A Coruña son hurtos o pertenecen a la categoría “resto de infracciones penales”, en la que se incluyen principalmente los ciberdelitos. Los hurtos fueron 1.621 este año, un aumento del 48,3% frente a 2020. La tasa en A Coruña es mucho más elevada que en el conjunto de España, un 46,4% más. En cuanto al resto de infracciones, subieron un 33,3%, hasta las 3.397, y superan en un 12,4% a la media española. El tráfico de drogas, con catorce casos, subió un 16,7%, pero la incidencia sigue siendo un 70% inferior a la media española.

Quejas sindicales

Fuentes del Sindicato Profesional del Policía consideran especialmente preocupante el incremento de robos con violencia e intimidación y los delitos contra la libertad e intimidad sexual, y denuncian que hay una “grave escasez de personal” entre la Policía Nacional de A Coruña, pues “falta aproximadamente un 20% de la plantilla” y varios puestos directivos. Esto implica que no se puedan “cubrir adecuadamente los servicios policiales de presencia y prevención”, y, pese a lo que consideran una labor “ejemplar” de los agentes, el crimen suba.

El sindicato destaca especialmente que las oficinas de denuncias sufren una “sobrecarga de trabajo”, ya que se ha mantenido el personal pero han de atender a más víctimas, y que el aumento de crímenes también carga un mayor peso sobre los investigadores de la Policía Judicial. Esto se une a problemas “estructurales”, como un sistema de jornada laboral “inadecuado” y carencias de equipo.

Tasa más alta que Vigo

En comparación con Vigo, el municipio gallego con un número de habitantes más parecido al coruñés, A Coruña ha presentado desde que hay datos una tasa más elevada de delitos, pero la diferencia ha ido incrementándose. Si en el primer semestre de 2015 el índice de criminalidad coruñés era un 12,8% más elevado que en la ciudad sureña, en la actualidad la diferencia es del 37,2%.

Al contrario que en A Coruña, la tasa de criminalidad viguesa ha sufrido un ligero descenso estos años. Esto ha dado lugar a que A Coruña supere a Vigo en el número absoluto de infracciones, pese a que tiene casi 50.000 habitantes menos. Si en A Coruña se registraron en los primeros seis meses de este año 5.396 delitos para algo menos de 248.000 habitantes (según el padrón de 2020); en Vigo fueron 4.712 para cerca de 297.000 personas.

Os Mallos se lanza a la calle para denunciar “inseguridad”

“Non, non, non á ocupación”, gritaron los vecinos en una multitudinaria manifestación que prevén repetir si la situación en el barrio no mejora

Cubrieron las calles con carteles, informaron a todos los vecinos y avisaron a los medios. Crearon lemas, cogieron cacerolas y salieron a la calle. Así, más de un millar de personas se concentró ayer en Os Mallos para denunciar que el barrio está sufriendo delincuencia “por las okupaciones y los narcopisos”, según detallan desde la plataforma vecinal.

“Cada vez hay más inseguridad en las calles y lo que estamos reclamando desde hace tiempo es que haya más presencia policial”, explicó Yaiza, miembro de la plataforma de Os Mallos, asociación que ha convocado esta concentración.

Thank you for watching

La marea de gente salió del parque de Vioño para dirigirse hacia la ronda de Outeiro, donde, aseguran, hay varios pisos okupados y otros en los que “se vende droga”. “No para de subir y bajar gente”, comentó un vecino. La policía se desplazó a la zona para controlar cualquier incidencia en el tráfico y la manifestación, a la que acudieron los concejales del PP, Rosa Gallego y Roberto Rodríguez. “Los okupas salieron a la venta a reírse de nosotros y hacernos peinetas”, dijo Yaiza, a la que preocupa que si las okupas desaparecen en Os Mallos, “irán a otros barrios”.

Entre los lemas elegidos para esta convocatoria se escucharon, por las calles, el “non, non, non á ocupación” y “fóra a violencia das nosas rúas”. Eso, de hecho, es lo que más preocupa a los que viven en este barrio. “La gente mayor no se atreve a ir sola, hay mucha inseguridad”, apuntaban desde la plataforma. Pero unos tratan de animar a otros, y un vecino, cuando ya acababa la manifestación, avisó: “No hay que tenerles miedo”.

Los afectados piden al Concello “más seguridad” y esperan que sus peticiones se atiendan cuanto antes, porque tienen claro que de no ser así, volverán a las calles. “No se va a dudar en volver a hacer una manifestación como esta. Esto es un tema de seguridad ciudadana”, insistió Yaiza.

Aunque hubo muchos manifestantes que llegaron al punto de encuentro puntuales, otros se fueron sumando por el camino y los más despistados preguntaron qué estaba ocurriendo cuando vieron la multitud, pero tampoco dudaron en unirse. Desde los coches también hubo protestas.