La rehabilitación de bloques de viviendas o conjuntos históricos ha movilizado desde 2003 al Concello a través del programa interadministrativo de ayudas para las áreas de rehabilitación integral (ARI), con fondos tramitados y otorgados por la Xunta y aportaciones también del Estado, el Ayuntamiento y los propietarios para mejorar la calidad habitacional de los edificios. Pero en los últimos tres años el Gobierno local no ha concurrido a la convocatoria. Hace casi un año el Concello explicaba que un colapso en la tramitación de las solicitudes anteriores a 2019 motivó que no se promovieran las subvenciones de ese año. Tampoco se hizo en 2020, un ejercicio condicionado por la pandemia, que dejó en suspenso algunos procesos administrativos. En 2021 el Ejecutivo local todavía no ha resuelto el atasco de peticiones en las dependencias de Urbanismo y no pidió ayudas.

La Xunta informó el mes pasado del reparto de 10,2 millones de euros para financiar actuaciones de recuperación en las ARI de la comunidad. De los 22 concellos beneficiados, seis son de A Coruña: Ferrol, Mugardos, Corcubión, Noia, Rianxo y Santiago. El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, explicó ayer antes de un acto en el Obelisco que la ejecución de ayudas previas a 2019 acumula un retraso no resuelto, razón por la que el Concello no promovió las subvenciones en las tres ARI de la ciudad que aún tienen convenio suscrito desde 2018: el grupo de viviendas María Pita en Labañou, las llamadas casas de Franco en O Ventorrillo y el casco histórico, que abarca las zonas de Pescadería y Ciudad Vieja.

El edil apuntó que el Concello trabaja tanto en el desatasco de estas solicitudes, sin concretar zonas, como en otros procesos vinculados a la rehabilitación residencial. Es el caso del plan de dinamización que corresponde a Pescadería y Ciudad Vieja como zonas con la declaración de área Rexurbe, por el cual el Concello debe diseñar intervenciones que tienen como objeto la recuperación de las condiciones habitacionales, ambientales y sociales de conjuntos históricos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) que están en situación de degradación arquitectónica o urbanística.

La Xunta, además, prevé comprar este año siete edificios en el Orzán y Pescadería que están en mal estado en los que prevé invertir hasta 2,2 millones de euros dentro del plan Rexurbe, con el que los rehabilitará para ofrecerlos en régimen de alquiler a precio reducido. Medio Ambiente está terminando de revisar la tramitación de las siete ofertas aceptadas.

Nueve áreas desde 2003

Tres años seguidos sin subvenciones para las ARI estanca en los casi 27 millones de euros la inversión con la que el Ayuntamiento ha contado desde 2003 para rehabilitar viviendas que acumulan años de desgaste. Xunta y Estado suelen conceder menos fondos de los que el Ayuntamiento solicita; en 2018, la administración local recibió algo más de dos millones de euros (544.000 del Ejecutivo gallego y 1,5 millones del Ministerio de Fomento), aunque había pedido 6,5 entre ambas fuentes de financiación. El presupuesto municipal de 2019, que fue prorrogado en 2020, incluía una partida de 83.000 euros para el convenio con el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) relativo a la rehabilitación del casco histórico, otra de 77.040 euros para el acuerdo en las casas de Franco y otro de 76.883 para el de Labañou.

Para las mejoras en Ciudad Vieja y Pescadería, cuyo convenio está en vigor desde 2003 se asignaron hasta el año 2018 un total de 9,17 millones de euros. Labañou fue declarada ARI en 2009 y las casas de Franco entre O Ventorrillo y la ronda de Outeiro, que aún no han recibido fondos, en 2015. Estos tres ámbitos tienen un total de 9.204 viviendas según los datos sobre ARI que refleja la página web del IGVS. El Concello tiene convenio también desde 2017 con las áreas de Os Mariñeiros y San Vicente de Elviña, para las que en cambio no pidió subvención en la convocatoria de 2018.

Las Casas de Franco, un grupo de viviendas sociales que ocupan algo más de dos hectáreas, fueron las últimas en entrar en una convocatora de ARI, aunque las esperan desde cuando fueron declaradas, en 2015. La reforma de las fachadas y la instalación de ascensores son las principales demandas de sus residentes.

Otras ARI de A Coruña que ya no tienen convenio y en las que en el pasado se realizaron intervenciones de rehabilitación son Sagrada Familia, a la que entre 2005 y 2011 se asignaron 6,96 millones de euros; Fernández Latorre (2,86 millones); Nuestra Señora del Carmen (2,98 millones) y las viviendas de Santa Cristina en Palavea (2,86 millones), según datos de la Consellería de Medio Ambiente a finales de 2020.

El Concello actualiza su mapa de luz para que la iluminación sea “más sostenible y segura”

Una iluminación “más sostenible y segura” y la reducción de los niveles de contaminación y de consumo energético son los objetivos que se plantea la actualización del mapa luminoso de la ciudad, que incluye toda la red de iluminación de la ciudad. Así lo presentó ayer el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, en un acto integrado en la Semana de la Movilidad. El edil explicó que el mapa es una herramienta GIS apoyada en un motor de cálculo luminotécnico, que tiene cargada toda la red de la ciudad y permite estudiar y simular el comportamiento de la red de iluminación. Su funcionamiento supone la monitorización con datos reales de las necesidades de iluminación de toda la ciudad e incluso analizarlos teniendo en cuenta el tipo de vías y tipos de velocidades en las calles, lo que permite conocer los niveles de sobreiluminación e infrailuminación de las vías y modular el tipo de iluminación. Villoslada resaltó que el objetivo es tener un alumbrado público “con confort y seguridad”.