“No sabemos cómo afrontarlo. No queremos que se olvide el recuerdo de Mónica, yo quiero que su recuerdo permanezca, por eso hago cosas, y quiero que se sepa que fue nuestra vecina, no quiero que dentro de un par de años la gente no sepa quién fue. Ella va a estar siempre”, decía ayer María José Castelo, que es la presidenta de la asociación de vecinos San Cristovo das Viñas que, ayer, junto con otros residentes en el barrio y con representantes de la Corporación municipal, recorrió el camino que separa A Palloza de María Pita, en silencio y tras la pancarta con la sonrisa de Mónica Marcos, en la que pedían justicia para ella.

El crimen de Mónica Marcos, a la que recuerdan sus vecinos de O Birloque siempre con una sonrisa tras el mostrador de la panadería familiar, se investiga como un caso de violencia machista. El único detenido y sospechoso es el hombre con el que mantenía una relación sentimental que, presuntamente, la atacó con un arma blanca y le asestó varias puñaladas tanto en la parte anterior como posterior del torso. A Mónica, que tenía 52 años, la encontró su hijo la madrugada del 15 al 16 de septiembre, cuando llegó de trabajar. El crimen, según los investigadores, se habría producido el miércoles 15, ya que el principal sospechoso tuvo tiempo de volar a Madrid, tras cometer el crimen, ciudad en la que fue detenido.

“Nosotras somos vecinas. Yo vivo enfrente de la panadería y escuché los gritos del hijo cuando la encontró porque tenía la ventana abierta. Fue horrible”, decía Sonia, ayer una de las participantes en la manifestación. “Son esas cosas que piensas que nunca te van a pasar a ti ni a una persona que conoces, como era Mónica, una chica que conocemos desde hace años. Eso lo hace aún peor. A él no lo conocíamos, solo de verlo sentado delante de la panadería, pero nada más, no teníamos relación con él”, comentaban ayer Sonia y Elvira con otra vecina. Las tres acudieron a la manifestación juntas porque es la única manera que tienen de expresar su dolor y su repulsa por el crimen. También Dori, otra vecina, quiso unirse a este paseo silencioso por las calles de la ciudad, para demostrar el hueco que deja Mónica Marcos en la ciudad y para mostrarle a los que ejercen la violencia que no son bienvenidos en A Coruña.

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Los vecinos marchan contra el crimen machista de O Birloque Carlos Pardellas

En primera línea estaban portando la pancarta Jenaro, Alexia y Aldara, que conocían a Mónica y que ayer decían que harían todo lo que estuviese en su mano para “cambiar las leyes” y para conseguir que el asesino de su vecina no pueda volver a hacer algo así con otra mujer. Y es que al único sospechoso de este crimen le constaban ya denuncias por violencia machista, de dos mujeres con las que había mantenido relaciones antes de estar con Mónica.

Para honrar su memoria, la presidenta de la asociación vecinal leyó ayer un manifiesto y convocó a los vecinos a que todos los jueves, a las 19.00 horas, se reúnan ante la panadería familiar de Mónica Marcos, para que su recuerdo no se borre con el paso de los días. Los vecinos acudirán a esta cita mientras la familia se lo permita, según adelantó ayer María José Castelo.

Para Aldara, la imagen de Mónica estará ligada siempre a los palitos de pan que tenía en el mostrador y que les daba a los niños. Todos la recuerdan como una “buena persona” con la que la vida fue muy injusta, al haberla cruzado con su asesino y no haberle permitido sobrevivir.

Los vecinos pedían ayer el endurecimiento de las condenas a los procesados por violencia machista, para que no puedan salir de prisión y, aprovechando estos permisos, puedan arrebatarle la vida a otras mujeres.

La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, en representación del Gobierno local, estuvo en María Pita, para mostrar su repulsa a la violencia machista y para luchar contra esta lacra.

La portavoz del PP en María Pita, Rosa Gallego, que acudió a la manifestación con sus compañeros Roberto Coira y Mayte Gutiérrez Roselló, trasladó ayer su pésame a sus conocidos. “Quisimos estar con los vecinos de O Birloque porque es un barrio que lo está pasando fatal, la verdad es que todos lo estamos pasando mal. Es incomprensible que, en este momento, puedan seguir pasando estas barbaridades. Era una chica alegre y feliz y llegó un animal y acabó con ella”, lamentó ayer Gallego.

La concejala del BNG Avia Veira demandó ayer más recursos para la lucha contra la violencia machista, pero también más formación y educación para que los niños y los adolescentes de ahora no se conviertan en maltratadores en el futuro. Veira quiso acompañar a los vecinos de O Birloque en estos momentos en los que, según explicaron ayer, todavía no saben cómo gestionar la pérdida de su vecina.

“Vamos a la panadería y estamos todos tristes”, comentaba ayer María José Castelo, que, en la lectura del manifiesto, hizo hincapié en la “repulsa” a la violencia y en la condena a los crímenes de violencia machista. “Mónica era una persona optimista y jovial, persona de paz que desarrollaba su vida en nuestras calles de una forma tranquila, confiaba en un entorno de vecinos que la conocían y la apreciaban hasta que llegó a su vida una persona indeseable, que convirtió este entorno amigable en una tragedia”.

La concejala no adscrita y militante de Podemos, Isabel Faraldo, que acudió ayer a la manifestación como representante política, pero también “como vecina”, denunciaba ayer que el PP no hubiese apoyado la iniciativa que se votó en el Parlamento europeo para considerar la violencia machista un delito europeo, ya que muchos de sus representantes se abstuvieron en la votación —Vox votó en contra—.