La decisión del BBVA de cerrar ayer la oficina que poseía en el edificio de la Lonja llevó a esta empresa a solicitar por escrito el mantenimiento de la sucursal ante el perjuicio que considera que se producirá a armadores, casas subastadoras, exportadores, minoristas, proveedores, transportistas y empresas de servicios. La entidad financiera justificó esta decisión por la “profunda transformación digital” experimentada por la banca, aunque aseguró que estudiará la petición efectuada.