El Ayuntamiento ha desestimado un recurso de reposición presentado por parte de los propietarios del edificio de la avenida de Oza que durante décadas fue concesionario de Citroën, los que pretendían demoler el inmueble a comienzos de este año. El Gobierno local aprobó hace solo dos meses la caducidad de la licencia de derribo del inmueble que tenían estos titulares, quienes en el plazo establecido de cuatro meses desde febrero pasado, cuando reactivaron el proceso tras un periodo de negociaciones sin acuerdo con la administración municipal, no iniciaron ni ejecutaron las obras.

Los dueños recurrieron contra la caducidad, pero el Concello ha tumbado su reclamación. Fuentes municipales apuntan que alegaron que el plazo del que disponían para llevar a cabo los trabajos previos a la demolición y su posterior ejecución fue insuficiente. El Gobierno local ya les había informado en febrero de que tendrían un mes para preparar los trabajos y tres para realizarlos; de excederse, caducaría la licencia. Pero en ese tiempo los propietarios, a los que un juzgado coruñés había reconocido en 2019 su derecho a obtener el permiso municipal de derribo y declaraba concedida la licencia para echar abajo el inmueble que habían solicitado anteriormente, no pusieron en marcha la actuación.

El antiguo concesionario de Ci-troën figuraba en la versión inicial del catálogo de elementos protegidos del plan general hasta que en 2012 el Gobierno local del PP lo retiró tras recibir una alegación de los propietarios. Marea promovió la recuperación de su protección a través de un cambio en el plan general y lo incluyó en un listado de diez edificios al catálogo de elementos protegidos por su especial interés arquitectónico que fue aprobado por el pleno municipal. La Xunta dio el visto bueno este verano a ese catálogo, en el que están también la Escuela Pablo Picasso y dos inmuebles de Juan Flórez.