Una vida dedicada a la investigación tiene premio. Ese reconocimiento a años de trabajo y esfuerzo, siempre compartidos con compañeros y colaboradores, se concentra en las Medallas de Investigación que concede la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC).

Cinco científicos de las universidades gallegas han sido elegidos para recibir este galardón, no solo por sus trayectorias sino también por fomentar la promoción de la ciencia y la tecnología. El matemático coruñés Manuel Ladra ha sido premiado con la medalla Enrique Vidal Abascal, de la sección de Matemáticas, Física y Ciencias de la Computación, mientras que el catedrático de la Universidade da Coruña (UDC), Luis Castedo, logra la medalla Isidro Parga Pondal, de Ciencias Técnicas. Las trayectorias de los catedráticos Carmen Álvarez, Carlos Hervés y María Antonia Señarís también han sido reconocidas por la RAGC.

Manuel Ladra

“Es un premio a toda una vida de trabajo”, se sincera Manuel Ladra, que suma 43 años de actividad docente en la Universidade de Santiago. Recuerda que su generación tenía “muy pocos medios” y, aun así, consiguió “poner las matemáticas en un lugar muy alto en Galicia”.

Castedo también recuerda sus primeros pasos en la UDC, en los años 90. “Llevo 27 años en la Universidad, y aquí sigo. Cuando llegué al departamento, solo dos profesores éramos doctores. Esto de una idea de que había que montarlo todo de cero”, expone el catedrático, que destaca que el premio de la RAGC “es de todos los compañeros”. “Mi único mérito es haber sido capaz de rodearme de gente tan buena”, confiesa. Su grupo fue reconocido por la Xunta como Grupo de Referencia Competitiva en varias ocasiones, la última en 2020.

Castedo reconoce que lo que “más” le gusta del sector de las TIC es que “está en continua evolución, transformándose radicalmente”. Cuando empezó sus estudios, “internet todavía era un embrión”, pero hora lo ha cambiado todo. “Imagina hacer las vacunaciones masivas sin todas estas herramientas, sin código QR, ni teléfonos móviles, no bases de datos... Lo hubiésemos tenido que hacer con lápiz y papel. Ahora es una maravilla”, reflexiona.

Atrás quedan años de mucho trabajo, pero todavía hay retos de futuro. El de Manuel Ladra es “poner en marcha” el Centro de Investigación e Tecnoloxía Matemática de Galicia (CITMAga). “Lo intentamos hace años, pero no pudo ser. Este centro podría paliar la falta de medios. Hay jóvenes matemáticos muy buenos que se van al extranjero. El objetivo es que se queden”, explica. Por su parte, Luis Castedo se centra “en las comunicaciones inalámbricas”. “El internet de las cosas ha tenido un gran impacto”, concluye.