El derribo del hotel de pacientes será la primera actuación que se llevará a cabo en la ampliación del Hospital Universitario, ya que se licitará el próximo año al no precisar esta actuación de tramitaciones urbanísticas, al igual que la construcción del centro de investigación del complejo, que también saldrá a concurso en 2022 y se levantará sobre una parcela cercana ya reservada para este fin.

Así lo anunció ayer la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, tras la firma del contrato para la redacción del proyecto del hospital con las empresas Pinearq, Vázquez Muiño y Monteoliva, que acometerán esta labor con un presupuesto que supera ligeramente los seis millones de euros.

La conselleira apuntó que a principios del próximo año se conocerá el cronograma para el desarrollo de las obras y se dispondrá del anteproyecto, lo que permitirá iniciar la tramitación urbanística, a la que se calcula una duración de un año. Aunque ayer se evitó dar plazos para la realización de los trabajos, en el concurso para la redacción del proyecto se establecía que ese documento estará listo dentro de dos años y la propuesta elaborada por las empresas ganadoras menciona que el primer edificio estará construido en 31 meses a partir de la adjudicación de las obras.

El nuevo hospital dispondrá de un bloque de tres edificios a continuación del existente en el sentido de salida de la ciudad y estaría separado de él por jardines en forma de terrazas. Estos inmuebles se situarán de modo escalonado y en paralelo en la ladera que desciende hacia la ría.

El lugar ocupado ahora por el aparcamiento para el personal del hospital acogerá un nuevo inmueble de forma perpendicular al complejo actual. Una zona ajardinada separará este sector de la parcela donde se construirá el destinado a investigación, que estará unido con la nueva fase mediante una pasarela. El nuevo recinto contará además con un nuevo aparcamiento con capacidad para 2.600 vehículos.

La ampliación del hospital supondrá el derribo de veinte viviendas y otras cinco construcciones, de acuerdo con las previsiones iniciales de la Xunta que las empresas que redactarán el proyecto hicieron suyas. Ethel Vázquez recordó que la Xunta se comprometió a que las afecciones de este proyecto sean “mínimas”, aunque advirtió también que son inevitables, ya que en las obras realizadas en otros hospitales gallegos también se produjeron. La conselleira anunció no obstante que su departamento convocará a las personas afectadas por esta actuación, que en los últimos meses se manifestaron en contra de su realización y defienden la construcción de un nuevo hospital en otro emplazamiento.

Vázquez puso de relieve que esta iniciativa es el “proyecto más complejo de infraestructura sanitaria de Galicia” y que para su ejecución será necesaria la participación de 6.100 trabajadores. El gerente del Sergas, José Flores, destacó por su parte que será la mayor obra de infraestructuras de la Xunta en este mandato y que los 430 millones de euros que se invertirán permitirán duplicar la superficie actual del complejo hasta alcanzar los 225.000 metros cuadrados. La ampliación aumentará un 108% las salas y puestos de Urgencias, un 50% las consultas y puestos de observación, un 15% las camas y un 50% las habitaciones individuales.

Flores también recordó que el nuevo hospital entrará en servicio por fases según vayan avanzando las obras. Según comentó, tras la pandemia “hay una serie de lecciones aprendidas”, ya que la preocupación por la ocupación de camas “demuestra que era necesario este hospital”.