Los vecinos que viven en las inmediaciones del Hospital Universitario y se verán afectados por la ampliación que realizará la Xunta de sus instalaciones anuncian que mantendrán las movilizaciones en contra, a pesar del avance dado esta semana con la firma del contrato para la redacción del proyecto.

“Llevamos año y medio peleando y vamos a seguir, llevan tantos años diciendo que van a hacer y luego no hacen nada, hasta que no lo veamos no nos lo vamos a creer”, declaró ayer Mónica Díaz, presidenta de la asociación de vecinos de Eirís, quien destacó que toda la financiación prevista que aparece consignada es para dentro de tres años, por lo que quienes se oponen al proyecto se muestran “escépticos”.

“Iremos a Europa y a donde haga falta, porque son muchos millones para un hospital que dentro de veinte años necesitará nuevos parches”, manifestó Díaz, quien recordó que está prevista la demolición del Hospital de Pacientes, cuando la zona más antigua del complejo “es igual de vieja y está igual de mal”, ya que fue construida hace 50 años.

Diálogo

En referencia a las palabras de la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, quien aseguró que el Gobierno gallego dialogará con los perjudicados por las expropiaciones, Díaz informó de que los afectados fueron convocados por la Xunta a una reunión que se celebrará en noviembre, aunque desconocen qué asuntos se abordarán.

“La única información que tenemos es la de la prensa y no nos podemos fiar de nada porque dicen que pretenden derribar el hotel de pacientes en 2022 y estaba previsto hacerlo en 2014”, advirtió la dirigente vecinal, quien reprochó a la Xunta que destaque como ventaja del nuevo hospital que se ampliará el número de consultas, ya que en el proyecto se prevé el cierre de las del centro de especialidades de O Ventorrillo, el Abente y Lago y el Materno, Infantil por lo que a su juicio “no amplían nada, lo cambian de sitio”. Para Díaz, las imágenes virtuales proporcionadas sobre el proyecto “borran medio Santa Cristina para poner árboles, el helipuerto y un bloque de chalés en A Regueira de Eirís”, por lo que considera que es “un dibujo que no se corresponde con la realidad”.

También negó, como manifestó el pasado viernes el gerente del Sergas, José Flores, que las autoridades sanitarias gallegas hayan tenido en cuenta la pandemia al diseñar la ampliación. “No aprenden del COVID porque el proyecto es anterior y no lo modificaron en ningún punto”, denunció Mónica Díaz. Sobre el número de viviendas que serán expropiadas, aunque en el proyecto figuran veinte y otras cinco construcciones, afirma que en los planos que sirvieron a las empresas para concursar por la redacción del proyecto aparecen afectadas 45.