Diez edificios de la ciudad entrarán esta semana, de forma definitiva, en el catálogo de elementos protegidos del Plan General de Ordenación Municipal, que tiene que ser modificado para su incorporación. Entre ellos se encuentra el edificio Citroën, con lo que se impide definitivamente la posibilidad de su derribo. La comisión municipal de Urbanismo, con presencia de los grupos de la Corporación, debatirá hoy el documento para llevarlo al pleno del jueves y proceder a su aprobación final.

El pasado diciembre, el pleno municipal ya aprobó la inclusión de estos elementos de manera provisional. Necesitaba el visto bueno de la Dirección Xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo para completar el proceso. La Xunta avaló la protección de estos diez inmuebles el pasado agosto. También el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Demarcación de Costas en Galicia, emitió un informe favorable. Aunque ambos señaló pequeñas cuestiones que el Gobierno local debía enmendar. Cambios menores relacionados con planos, medidas de protección y denominaciones. El Concello ya ha corregido estos errores, por lo que esta semana pretende proceder a la aprobación definitiva.

La decena de inmuebles que se incorpora al catálogo, un proceso que se inició en 2016, son de la segunda mitad del siglo XX. El edificio Citroën, diseñado por Fernández Albalat, fue construido en la avenida de Oza en 1958. Había sido incluido en el catálogo de elementos protegidos durante la tramitación del plan general actual, pero fue retirado en 2012, antes de la aprobación definitiva, por lo que no llegó a entrar en vigor. Los propietarios solicitaron licencia de demolición y, aunque el Concello se negó, la Justicia les dio la razón. Con Marea Atlántica en María Pita, el Concello comenzó a tramitar la catalogación del inmueble de la avenida de Oza después de la petición de derribo por lo que esta, según el fallo, tenía que ser atendida. Este verano, Urbanismo declaró caducada la licencia para su demolición porque los dueños dejaron pasar el plazo sin ejecutar el derribo.

En el listado se incluyen también las viviendas pareadas del número 35 de la calle Eladio Rodríguez y del número 26 de Padre Sarmiento. De hecho, entre las modificaciones a realizar, la Consellería de Medio Ambiente señaló que el Concello debía “establecer las medidas necesarias para garantizar la no aparición de nuevas medianeras vistas hacia el elemento catalogado, así como las medidas para promover el correcto tratamiento de las existentes”.

Entran en el catálogo el edificio número 43 de Fernández Latorre y los números 28 y 32 de Linares Rivas, que corresponden al Banco del Noroeste. Habían sido incluidos por la Xunta en un listado de bienes situados en el Camino Inglés y que requieren de protección. También pertenece a este grupo la Escuela Pablo Picasso, diseñada por José Antonio Corrales en 1986.

Las casas de Os Mariñeiros también forman parte de la lista de diez edificios. Son, junto a las viviendas pareadas de Padre Sarmiento, los únicos edificios de la propuesta de 2016 que no han sido cuestionada por ningún informe sectorial desfavorable.

En el catálogo figurarán también el edificio del número 28 de la calle Juan Flórez y el número 8 de Sinfónica de Galicia, que se denomina Cooperativa de Alféreces. El listado lo completan las viviendas de Claudio San Martín y el edificio Pou, obra del arquitecto Miguel Fisac, que se encuentra en la calle Fernando González. Desde esta semana, todos ellos pasarán a formar parte del catálogo de elementos protegidos de especial interés patrimonial.