La Corporación municipal puso ayer de manifiesto, a través de una moción conjunta, su compromiso con mejorar las condiciones de seguridad, limpieza, habitabilidad y convivencia en el barrio de Os Mallos, extensible al de Sagrada Familia, a través de un acuerdo que supone la puesta en marcha de un plan de regeneración urbana y social de alcance integral. Los grupos apoyaron por unanimidad la iniciativa, expuesta por el BNG, aunque en el debate no se concretaron acciones sobre los ámbitos de intervención y se aludió a la complejidad de afrontar los problemas que sufre este barrio.

La moción recoge, según aportaciones hechas por los grupos en los días pasados, once apartados de actuación con algunas medidas concretas, como crear un banco de viviendas en régimen de alquiler y otro de bajos vacíos para su uso como locales comerciales, solucionar problemas relacionados con la limpieza viaria y el aparcamiento, iniciar campañas de sensibilización social para luchar contra las discriminaciones o reforzar la prevención y persecución de la delincuencia. Pero apenas se apuntaron soluciones en el pleno cuando intervino cada grupo.

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, resaltó que Os Mallos sufre un “problema de inseguridad”, que atribuyó no solo a la delincuencia sino también a aspectos como las dificultades en la movilidad y la falta de limpieza, para lo que pidió “acciones inmediatas”. “Hace falta una perspectiva integral de actuación para apagar el fuego y aplacar sus causas”, reiteró Jorquera, quien aseguró que el BNG condicionará cualquier acuerdo presupuestario a que los compromisos de la moción sobre Os Mallos se traduzcan en las cuentas municipales de 2022.

El Gobierno local aplaudió el plan de regeneración que propone la moción, al que el portavoz, José Manuel Lage, se refirió como “carta de intenciones” para el que hace falta disponer de “recursos”. Destacó que los problemas de Os Mallos son “muy complejos y van más allá del derecho a la propiedad”. No avanzó líneas de actuación, pero pidió “no agitar el populismo ni actuar con fines partidistas”, tras apuntar que el Ejecutivo ha gastado 28 millones de euros en barrios hasta la fecha y que aún prevé invertir 87,5 más hasta el final del mandato.

El PP incidió en el argumento delictivo y su portavoz, Rosa Gallego, recordó las manifestaciones vecinales del último mes con denuncias “por ocupaciones en edificios, robos, agresiones y trapicheo de drogas”. Aludió a una moción promovida por los populares en enero pasado, y aprobada por el pleno, que recogía denuncias vecinales por problemas en Os Mallos similares a los actuales y dudó de que el plan propuesto en la iniciativa de ayer se lleve a la práctica: “La mayoría de las medidas no se van a cumplir. No basta decir sí, hay que trabajar”.

Marea extendió a otros barrios algunos de los problemas que se advierten en Os Mallos y pidió no ceñir sus necesidades a la intervención policial. “Hay pisos vacíos, alquileres altos, locales comerciales abandonados y se han perdido servicios de proximidad”, repasó María García, que reclamó actuar en estas áreas, así como en el cuidado de espacios públicos y en políticas sociales. La portavoz opinó que hay diferencias en el enfoque que cada grupo municipal ha reflejado en sus aportaciones a la moción y se manifestó contra el riesgo de “estigmatizar y criminalizar” el barrio. La edil no adscrita Isabel Faraldo votó a favor de la moción, pero censuró que en la propuesta realizada por los demás grupos no se le permitiera a ella hacer aportaciones.

Consultados por este periódico esta semana, vecinos y comerciantes de Os Mallos dieron su aprobación al plan propuesto en la moción, aunque expresaron su deseo de que no se convierta “en papel mojado” y que, si se pone en marcha no tarde en verse reflejado sin esperar a fechas electorales.