El verano 2021 será recordado por muchas cosas. La primera, por haber representado la etapa de transición entre la era COVID y la era posCOVID. La segunda, por haber traído a la ciudad el mes de julio más frío en décadas. Tras un verano tirando a gris y con poco que celebrar, el fin de semana del puente del Pilar sorprendió por sus altas y agradables temperaturas. Los coruñeses decidieron no desaprovechar este inesperado regalo de la climatología y se lanzaron a los arenales de la ciudad para aprovechar los últimos rayos de sol de este bonus track que deja el verano. Los más intrépidos, y no fueron pocos, se atrevieron, incluso, a darse un baño. Los que se decidieron este puente por la playa en vez de la montaña acertaron, pues pocas ocasiones quedarán ya para repetirlo este año: las lluvias regresan con fuerza a partir de este sábado, por lo que los planes de ocio tendrán que volver a los interiores.