La inseguridad ciudadana que denuncian los vecinos de Os Mallos ocupó ayer un espacio de debate con protagonismo para los grupos de la Corporación, convocados por una plataforma vecinal del barrio para tratar de arrojar algo de luz a una situación preocupante de raíces y consecuencias sociales y culturales. La ocasión, lejos de aportar claridad y decisión para abordar el problema, puso de relieve las diferencias entre las fuerzas políticas. Los convocantes admitieron frustración tras el encuentro, cansancio ante la falta de soluciones para la delincuencia y la ocupación ilegal de edificios.

“Nos esperábamos alguna medida, un golpe de mando por parte del Gobierno local, pero no lo ha habido, se nos ha dicho lo de siempre, que no hay policías suficientes sino los que ahora hay, y que la situación no es tan mala”, expone José Luis García, portavoz de la plataforma. “El debate ha sido como un mitin con cada grupo diciendo su discurso, con buenas intenciones, pero con ataques entre unos y otros sobre todo entre el PP y el PSOE”, añade.

García planteó tres cuestiones a los concejales Juan Ignacio Borrego (edil de Seguridad Ciudadana), Roberto Rodríguez (PP), Alberto Lema (Marea) y Francisco Jorquera (BNG): sobre ocupación, delincuencia y drogas. Cada uno respondió desde su ámbito de actuación municipal, con cruces respecto a la interpretación del problema.

La inseguridad, no solo limitada al barrio de Os Mallos sino extendida a la ciudad, es el argumento con el que el grupo municipal del PP ha solicitado un pleno extraordinario para abordar la situación y proponer la recuperación de la policía de barrio. La alcaldesa, Inés Rey, aseguró ayer que ese pleno será convocado “para dialogar” sobre el problema, aunque censuró que desde la oposición se quieran enviar “mensajes catastrofistas”. Rey incidió en que la delincuencia que más ha crecido en la ciudad es la relacionada con estafas telemáticas.