El periodo 2015 y 2018, para el que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha recopilado datos sobre el tipo de ingresos que perciben los vecinos de cada barrio, fue de bonanza económica para los coruñeses, ya que la renta media por persona (antes de impuestos) subió un 11,1%, de los 15.671 a los 17.416 euros. Pero no todas las fuentes de ingresos se incrementaron en la misma medida: mientras que las rentas procedentes del trabajo subieron un 10,3% en el conjunto de la ciudad, el apartado de otros ingresos aumentó un 21,9%; en él se agrupan, sobre todo, rendimientos del capital, como las rentas de propiedades inmobiliarias, dividendos empresariales o ganancias financieras, intereses y bonos.

Esto no quiere decir que hayan desplazado en términos absolutos a los salarios, que son la fuente más abundante de ingresos a nivel de ciudad y en todos los barrios. A 2018, el 57% de la renta de los coruñeses prevenía de los sueldos, mientras que las pensiones aportaban el 25%, los otros ingresos el 13,6%, el desempleo el 1,3% y otras prestaciones de la Administración el 2,9%. A lo largo de los años estudiados, todos los tipos de ingresos se incrementaron, con la excepción de los subsidios por desempleo, que cayeron un 19,5%. Las prestaciones por jubilación aumentaron un 8,9% y las restantes un 22,4%.

Los beneficios derivados del capital se concentran en los distritos con más ingresos; en concreto, los tres barrios con más ganancias son también en los que mayor porcentaje de estas proceden de las propiedades, y en el mismo orden. En la Ciudad Vieja y Pescadería, la zona con más renta bruta de la ciudad (25.744 euros en 2018), el capital aporta un 25,7%. En el segundo distrito por renta (25.482 euros), que agrupa la zona de Juan Flórez, Santa Lucía y San Diego, el porcentaje es del 22,5%. En el quinto distrito, que comprende zonas de Labañou y Os Rosales pero también Ciudad Jardín, los ingresos son algo superiores a la media de la ciudad (19.746 euros) y el 17,2% de ellos provienen del capital.

Son los únicos tres distritos con renta por encima de la media; el resto tienen porcentajes de ingresos derivados de propiedades sustancialmente más bajos.

La mayor proporción se da en el octavo (que incluye la zona de A Zapateira, Eirís o As Xubias); aquí se alcanza el 12,35%, y la renta es de 16.118 euros, relativamente similar a la media coruñesa.

En el resto de barrios no se llega al 10% en ningún caso. En el décimo distrito, en el que se encuentran A Grela, A Silva, Nostián o Bens, se alcanza el 9,4%, la misma que en el segundo, en el que se encuentran Monte Alto, Atocha, Adormideras y Zalaeta. La renta bruta en estos distritos fue, respectivamente, de 17.349 y de 16.910 euros en 2018, próximos a la media.

En el sexto distrito, Agra do Orzán, la renta bruta por persona es la más baja de toda la ciudad: 12.651 euros en 2018. Aquí solo el 8,9% de ella proviene del capital, lo que supone, aproximadamente, un tercio de lo que lo hace en Ciudad Vieja.

En el noveno distrito, en el que se hallan Mesoiro, Novo Mesoiro, Feáns o Vío, el porcentaje desciende hasta el 8,4%, aunque la renta sube a algo más de 15.000 euros. El porcentaje es el mismo en el séptimo distrito, que agrupa Os Castros, A Gaitera, el barrio de las Flores y Elviña, donde la renta bruta es de 15.886 euros.

Las cifras más bajas, en proporción, se dan en el cuarto distrito, en el que se engloban Os Mallos y la Sagrada Familia. Aquí el porcentaje de rentas del capital solo supone algo menos del 8,3% del total. Es también el segundo distrito con menos renta, en conjunto, de toda la ciudad: a datos de 2018, 13.417 euros, solo por encima del Agra do Orzán.

El INE todavía no ha desagregado los datos correspondientes a 2019. Sin embargo, los datos difundidos por la Agencia Tributaria de los declarantes de IRPF apuntan a que las rentas del capital crecen por encima de las del trabajo, o, al menos, se mantuvieron a la par en el periodo.

El conjunto de la renta proveniente de salarios subió un 5,4% durante el último año antes del COVID, y, si bien las rentas de bienes inmuebles y de actividades económicas lo hicieron en ese entorno (un 5,5% y un 4,8% respectivamente), las del capital mobiliario aumentaron un 105%, pasando de 160 millones de euros a acercarse a los 329 millones.

Los más ricos y pobres, con menos participación del sueldo

En la mayoría de los barrios de la ciudad los salarios suponen más de la mitad de la renta bruta, y se aproximan a la media de la ciudad, que es del 57%. La única excepción se da el primer distrito, de Ciudad Vieja y Pescadería; en este, los salarios contribuyen con el 49,5% de los ingresos totales antes de impuestos en 2018, mientras que en 2015 lo hacían un 52,2%. El cambio de porcentaje no se debe a un descenso de las ganancias por salario, que, de hecho, subieron, sino a un incremento muy superior de las rentas del capital. En el tercer distrito, que incluye Juan Flórez y Santa Lucía, y en el que se da el mismo fenómeno, los sueldos supusieron el 50% de la renta en 2018, y el 50,3% en 2015.

Los siguientes barrios en los que menos ingresos salen del trabajo, en porcentaje, son en cambio los más pobres, el distrito de Os Mallos-Sagrada Familia y el Agra do Orzán, en los que los salarios son respectivamente el 52,8% y el 53,6% de los ingresos finales. Aquí no se debe al capital, que deja pocas rentas, sino al envejecimiento: los porcentajes de aportación de las pensiones son los más altos de la ciudad.

En el distrito que va de Os Rosales a Riazor y la Ciudad Jardín la participación del salario sube al 57,3%; en Os Castros, Elviña y A Gaiteira hallamos un 58,8%; Monte Alto llega al 60,7%. La zona de A Zapateira, Eirís y As Xubias presenta un porcentaje del 63,7% y la de A Grela, Bens, Nostián y A Silva, el 65%.

El único distrito que supera los dos tercios de participación de los salarios, con un 78,9%, es el noveno, probablemente debido a que en él se encuentra Novo Mesoiro, con abundante población joven.