Un tiburón blanco de más de cuatro metros de longitud ha sido avistado en la costa asturiana y biólogos dan por seguro que se trata del escualo visto a principios de este mes en el puerto exterior de A Coruña. Un pescador que se encontraba faenando a diez millas al norte de Ribadesella se vio sorprendido por el ejemplar, que llegó a chocar con su embarcación, y recordó el caso de A Coruña.

El director del Centro Oceanográfico de Gijón, Rafael González-Quirós, confirma que la presencia de tiburones blancos es poco frecuente. “No recuerdo más que el de A Coruña hace unos días y otro anterior en el Mediterráneo. También Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma), cree que el ejemplar avistado en Ribadesella es “casi seguro” el de Langosteira.

“Su presencia en el Cantábrico es totalmente extraña. Hay muy pocas citas o ninguna. Se habló en 2014 de un posible tiburón blanco, pero nosotros creemos que era un marrajo”, explica. Asegura que la presencia del tiburón blanco en estas costas es esporádica y señala que “no es una especie peligrosa”.