El Concello ha decidido abrir un expediente para sancionar a la empresa adjudicataria por el retraso en la ejecución de las obras del campo de Eirís, unas actuaciones que debían haber empezado en 2020, que está previsto que se prolonguen ocho meses y que tienen un coste de un millón de euros, aportado por Estrella Galicia a cambio de la ocupación del antiguo campo de Agrela 2 para la ampliación de su fábrica.

Tras retrasos que el Ayuntamiento considera justificados, que impidieron que este verano arrancasen los trabajos, la firma recibió requerimientos municipales en dos ocasiones para apremiarle a que empezase a desarrollar los trabajos pactados, según apuntan fuentes municipales. El plazo concedido en la segunda de estas advertencias finalizó el pasado 27 de octubre y la adjudicataria recibirá en los próximos días la notificación del expediente de imposición de penalidades, que puede acarrearle una sanción económica que puede superar los 50.000 euros. La empresa encargada de las obras aduce que no ha cumplido con el contrato por el encarecimiento de los materiales y el Concello, por su parte, no descarta licitar de nuevo el proyecto ante las continuas dilaciones.

Mientras el Concello y la firma contratada resuelven sus diferencias, los vecinos de la zona y todo el fútbol base coruñés esperan por la mejora de la instalación, que tendrá hierba artificial y alcanzará las dimensiones reglamentarias para albergar competiciones oficiales. Está prevista, además, la construcción de gradas y vestuarios. Ahora mismo se encuentra abandonado el solar, donde se acumulan las ramas, crece alguna hierba y juegan los niños del barrio en unas condiciones que llegan a ser peligrosas, según han denunciado los vecinos.

La obra fue adjudicada en 2020 y este último episodio, debido a la negativa de la adjudicataria a empezar las obras, es uno más de su accidentada historia. El penúltimo contratiempo habían sido las trabas que había puesto una vecina del núcleo de Lamadosa a la ocupación temporal durante las obras de un camino que aseguraba que una parte era de su propiedad. Con anterioridad, sufrió un nuevo retraso, ya que hubo de presentarse también un proyecto arqueológico por la existencia en el entorno de un pozo de origen romano.

Hace ya quince años que la remodelación del campo de Eirís apareció en la agenda política de la ciudad. Fue entonces cuando el candidato del BNG, Henrique Tello, prometió su adecuación, algo que nunca se llegó a hacer. No fue hasta 2015 que el alcalde Carlos Negreira anunció nuevos trabajos en esta equipación deportiva a unos meses de las elecciones municipales. Ya en el mandato de Xulio Ferreiro se retomó la idea y el entonces primer edil preveía que llegasen las actuaciones en 2018. Hallazgos arqueológicos y las perceptivas consultas a Patrimonio hicieron inviable su hoja de ruta. Finalmente, la adjudicación de las obras, tras el acuerdo con Estrella Galicia, llegó con Inés Rey, pero aún no se adivina el horizonte del inicio de los trabajos.