El coronavirus ha cambiado muchas cosas en el último año y medio y una de ellas es la vivienda. Después del encierro, el mercado inmobiliario se revolucionó con el alquiler y la compra de casas con jardín, pero también se produjo un auge en las reformas. Lo manifestó el sector de la construcción con materiales agotados y listas de espera, y ahora son los datos municipales de la recogida de voluminosos y aparatos electrónicos los que lo confirman: Entre enero y septiembre de este año se recogieron 2118,88 toneladas de muebles, colchones, armarios, sillas, mesas y demás enseres del hogar, lo que supone una subida del 23,5% con respecto al mismo periodo de 2019, antes de la pandemia, cuando la cifra era de 1714,2 toneladas.

Los datos de la recogida de muebles —se pueden dejar en la calle s si se avisa al 010 o llevar a los puntos limpio de Eirís y Os Rosales— ya habían pegado un salto el año pasado, tras el confinamiento y la progresiva vuelta a la normalidad. A final de 2020 se habían acumulado 2293,74 toneladas de voluminosos, un 3,2% más que el año anterior.

El boom llegó en julio, cuando se levantaron restricciones y se pasó casi del encierro al verano. Fue el mes en el que más kilos se recogieron de los últimos tres años, un total de 262.980, aunque a principios de este año, después de la Navidad, casi se llega a esa cifra, con 260.480 kilos recogidos en febrero. Y es que, en lo que va de 2020, los servicios municipales han retirado todos los meses más de 200.000 kilos de muebles y colchones, algo que no había ocurrido en los dos años anteriores. Así, cada mes, el Concello retira una media de 235,43 toneladas de residuos voluminosos. Si los datos se mantienen de aquí a final de año, el balance de 2021 superará no solo al del año pasado sino también al de antes de la pandemia, cuando la cifra más alta se registró en agosto con 223.600 kilos en solo 30 días.

Si se analizan los datos más bajos es inevitable que estos coincidan con el periodo de confinamiento, en el que el coronavirus obligó a todos los vecinos a permanecer en sus casas. En abril del año pasado solo se acumularon 44.020 kilos, mientras que este año, esa cifra subió a los 216.540 kg. Sin contar los meses del encierro y comprobando los datos de los últimos tres años, cuando menos kilos se retiraron de las calles y de los puntos limpios fue en diciembre de 2019, con 111.780 kg, una cifra que, durante este año, se ha duplicado cada mes.

El ‘boom’ de los aparatos electrónicos

Además de muebles y otros enseres del hogar, los servicios municipales también recogen aparatos eléctricos y electrónicos, como ordenadores, electrodomésticos y móviles. Todo aquello que se volvió imprescindible durante el confinamiento. De hecho, uno de los meses en los que más kilos de este tipo de accesorios se recogieron fue en junio de 2020, justo con la desescalada. Los datos municipales revelan que, entonces, se acumularon 17.900 kilos, una cifra a la que no se había llegado en los 17 meses anteriores. Pero todavía quedaba el Black Friday, esa jornada de descuentos, sobre todo en electrónica, que sirve de anticipo de la Navidad. Durante noviembre del año pasado, se recogieron 19.480 kilos. La tendencia sigue al alza. Entre enero y septiembre, según datos municipales, se han recogido un total de 133.980 kilos de aparatos electrónicos, un 11% más que en el mismo periodo de 2019. Todavía no supera los datos del año pasado que, cuando acabó, se habían acumulado 184.580 kilos.