En pleno 2021 sigue habiendo vecinos de A Coruña a cuyas casas no llega el saneamiento, que no pueden evacuar sus residuos a la red y que dependen de pozos negros, insalubres y caros, para depositarlos. En la zona de A Zapateira, pese a las obras que se están llevando a cabo en algunas calles y las previstas en otras, el problema persiste para muchos propietarios de viviendas unifamiliares construidas en décadas pasadas.

“En la urbanización O Carón sí que hay saneamiento” explica Carlos Sánchez, que vive cruzando la calle desde esta, en la avenida de Nueva York, donde algo más de media docena de viviendas siguen tirando de fosa séptica, algo que le parece “tercermundista, sucio”. Esta es una situación que se repite en el barrio, explica el presidente de su asociación de vecinos, Juan Manuel Sánchez Albornoz. “Las nuevas urbanizaciones tienen servicios, pero son un poco islas” entre las que quedan núcleos que no tienen recogida de pluviales, alcantarillado o dotación de gas ciudad. Admite que la orografía del barrio, y el coste de las obras ralentiza los trabajos.

Mientras tanto, continúan pozos negros que tienen como principal desventaja su insalubridad, explica Sánchez, que afirma que en otras zonas, no en la suya, se vierten aguas fecales a la red fluvial, lo que influye en la contaminación de la ría. La “higiene” es también la principal protesta de Lucía (nombre supuesto), una residente en Ana María Mogás Fontcuberta. En esta vía situada entre el hospital Quirón y el campus y anexa al colegio de las Franciscanas una decena de viviendas tienen pozos negros, explica la vecina. Además de los problemas de “salubridad” y los posibles “bicheríos” que atraigan las fosas, supone un desembolso económico. “Yo vacío cada mes y medio y más de 300 euros y pico cada vez; mañana me dicen que me ponen alcantarillado y ya estoy contratando a alguien” para instalarlo, indica.

Lucía explica que ha solicitado saneamiento a través de la asociación de vecinos. Desde el Concello señalan que en esa zona ya hay alcantarillado y es posible conectarse a la red. En el caso de Sánchez, “pedimos al Ayuntamiento conectarnos al saneamiento de la urbanización, pero no podemos porque no está entregada” señala el vecino, que espera que sea pronto y puedan empezar las obras preceptivas, que “tendremos que sufragar del todo o en parte”. Según este vecino, en el Concello le han dicho que será pronto; fuentes municipales señalan que “se están mirando” la situación, pero recuerdan que la vía en la que se sitúan pertenece a la Diputación.

En otras calles ya hay obras en marcha. Según señala el Ayuntamiento, en el presente mandato se ha dotado de saneamiento a las calles Venecia, Dublín, Atenas y Burdeos, y está en ejecución el de Helsinki, con una inversión conjunta de 646.000 euros. Hay previsiones de continuar “en breve” en Salzburgo y Roma, y, en fecha más avanzada, en Amberes y Marsella. El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, afirma que la inversión en este tipo de servicios que se ha realizado en A Zapateira ha sido “la mayor realizada nunca” con el Gobierno local del que forma parte.

Sánchez Albornoz indica que el plan de saneamiento ya había empezado con Negreira y que ahora se ha retomado, pues interpreta que “se paralizó con Marea”. Fuentes de este grupo municipal indican que no se puede hablar de parálisis, ya que se prepararon varias obras aunque no hubiese “impacto en la calle”. Según afirma Marea, fue porque en la zona existen muchas parcelas privadas, con propietarios que se oponían a las obras o desconocidos, y fue necesario un “trabajo ingente” durante su mandato para resolver esos problemas y ejecutar ahora los trabajos. El grupo indica que el saneamiento de Burdeos ya estaba en licitación en mayo de 2019, antes de las elecciones que le dieron el Gobierno local al PSOE, y que también se prepararon las obras de Venecia y Helsinki.

A caballo entre cuatro administraciones

“Aquí confluyen tres municipios” explica Carlos Sánchez, vecino de la avenida de Nueva York, junto a la urbanización O Carón, en el extremo de A Coruña, “pasas una calle y estás en Culleredo o en Arteixo”. Esta situación de Cachemira coruñesa, explica, resulta problemática cuando tienen que pedir a una administración que se haga cargo del saneamiento o de otras cuestiones. “Llevamos año y medio sin luces públicas entre la zona de la glorieta de la Tercera Ronda y el Sporting Club Casino” pone como ejemplo. Acudieron al Ayuntamiento de Culleredo, y les dijeron que era responsabilidad de la Diputación, o del Ayuntamiento de A Coruña. Fueron entonces a la Diputación, que les respondió que esta cuestión la llevaba el Concello de Culleredo. Finalmente fue el organismo provincial el que acabó arreglando la caja de las luces, pero para entonces “ya habían robado los cables” y sigue la oscuridad en la triple frontera.