A Coruña tiene casi 104.000 viviendas que su población utiliza como residencia permanente, lo que se conoce como vivienda habitual. De este parque inmobiliario, solo un 1,47%, el porcentaje equivalente a 1.524 pisos, fueron construidos en los últimos diez años, mientras el 42,54%, es decir 44.172 viviendas, se levantaron hace medio siglo o más tiempo, en décadas en las que un alto número de emigrantes regresaron a Galicia y a España y el sector de la construcción vivió años de esplendor.

Estos son los extremos, en lo que a antigüedad se refiere, de la radiografía del parque de viviendas habituales de A Coruña que recoge un estudio elaborado por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). Que cuatro de cada diez pisos hayan sido construidos hace más de cincuenta años es un dato muy parecido al de las viviendas que tienen entre 20 y 49 años de vida, el 43,23% (44.895 pisos), lo que refleja, de acuerdo con arquitectos consultados por este periódico, el “escaso” desarrollo inmobiliario de la ciudad en las últimas décadas. El informe se completa con la franja de 10 a 19 años de antigüedad, periodo en el que se edificaron 13.254 viviendas, el 12,76% del total. Los datos están actualizados a fecha de octubre de este año.

La radiografía de la patronal inmobiliaria respecto a las viviendas de A Coruña muestra además que algo más de la mitad del parque residencial, el 53,25% (55.296 pisos), tiene una superficie de entre 60 y 90 metros cuadrados. El 23,1% son de entre 90 y 120, límite que se supera en el 8,6%, casi 10.000 viviendas. Por debajo de los 60 metros cuadrados de superficie hay algo más de 15.600 pisos, el 15%.

Otros datos del informe de Fegein señalan que el precio medio del metro cuadrado de una vivienda nueva en la ciudad es de 2.550 euros y de una usada, de 1.725 euros, valores que han crecido un 0,75% respecto a octubre del año pasado. En régimen de alquiler el estudio registra 28.000 viviendas habituales, un 27% del total.

Los datos del informe relativos a las viviendas en A Coruña no sorprenden a los arquitectos. “Las ciudades gallegas son pequeñas y antiguas. Crecen de forma poco significativa. Sí lo hacen las periferias, o Narón, por ejemplo”, apunta Plácido Lizancos, director de la Escola Técnica Superior de Arquitectura de la Universidade da Coruña. “Que solo se hayan construido mil quinientas viviendas en diez años confirma la poca actividad constructiva, en Xuxán, Náutica y pocas zonas más”, añade. Vigo, por ejemplo, revela una imagen parecida a la de A Coruña: menos de 2.200, un 1,88%, son viviendas de hace menos de una década; 12.370 (10,6%) tienen una antigüedad de 10 a 19 años; 65.691 (56%) de 20 a 49 años; y 35.726 (30,8%) de más de medio siglo.

REHABILITACIÓN "DE VERDAD"

“Entre Os Castros y Labañou tenemos un parque de viviendas obsoleto. No voy a decir que mucha gente viva mal, pero sí en condiciones manifiestamente mejorables, en aspectos como la accesibilidad, el confort, la calidad de vida y de los espacios urbanos, el aislamiento térmico y acústico de los edificios y el consumo de energía”, repasa Lizancos, defensor de “gestionar bien lo que hay,” de “activar lo que existe”. “Podemos vivir mejor”, enfatiza en un mensaje que dirige a las administraciones, a las que demanda “poner orden” en el parque residencial actual.

La apuesta por la rehabilitación que proclama Fegein es compartida por los expertos en arquitectura y urbanismo. Fernando Agrasar, exdirector de la Escola de Arquitectura de la UDC y actual profesor en el centro, solo la acepta si se trata de “una apuesta de verdad”. “Para que rehabilitar sea algo exitoso tiene que haber una acuerdo social y económico, una unión entre políticos, empresarios y ciudadanos que supongo un incentivo para la rehabilitación. Y no basta con rehabilitación para mejorar las condiciones técnicas, acústicas y energéticas de una vivienda, tiene que haber también mantenimiento, es decir, cuidado y limpieza de las viviendas que se hacen viejas”, destaca Agrasar.

“A Coruña necesita viviendas nuevas y una apuesta decidida por la rehabilitación en un parque de vivienda local con casi 45.000 pisos de más de 50 años de antigüedad”, extrae como conclusión Benito Iglesias, presidente de Fegein, que vislumbra en el actual marco de reconstrucción europea una oportunidad para mejorar las condiciones residenciales: “La vivienda podrá beneficiarse de las ayudas y deducciones recién aprobadas con los fondos europeos para potenciar la rehabilitación de viviendas en España. Casi la mitad de las casas de A Coruña podrían acogerse a algunos de los planes específicos procedente de los fondos Next Generation para ampliar y mejorar el parque de viviendas, que dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia cuenta con una inversión prevista de 4.420 millones de euros”.

El sector inmobiliario, entre la crisis demográfica y las necesidades de vivienda

La interpretación que los arquitectos hacen de los datos actualizados sobre la antigüedad del parque de viviendas habituales de A Coruña les conduce a una cuestión cuya respuesta solo puede apoyarse de momento en proyecciones, no en corrientes que puedan derivar en datos precisos. “¿Qué necesidades de vivienda hay o va a haber? ¿Necesitamos más pisos nuevos o no?”, se pregunta el profesor Fernando Agrasar. “Si pasamos por un periodo de sangría demográfica, ¿para quién vamos a construir?”, plantea el director de la Escola de Arquitectura Plácido Lizancos. Un estudio de la Empresa Municipal de Vivienda, Servicios y Actividades (Emvsa) de 2020 sobre el parque inmobiliario de la ciudad y de la demanda residencial en un horizonte de doce años concluye que en 2033 A Coruña tendrá una necesidad de casi 12.000 pisos familiares. Ese informe no aclara si para atender esa demanda deberán construirse ese número de viviendas nuevas o si en la cifra se incluyen rehabilitaciones de las existentes que están en peor estado. A finales del año pasado el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, señalaba que en los planes municipales se trabaja con la previsión de que tanto los pisos nuevos como los reformados sirvan para satisfacer las necesidades habitacionales de los residentes en la ciudad. Esa proyección establece que la necesidad de 12.000 pisos en los próximos doce años, cuando en la actualidad solo 1.500 se han construido en la última década, respondería a un incremento extraordinario de la actividad constructora. Solo una parte de los polígonos residenciales proyectados en el plan general han iniciado trámites, como Visma o Labañou; otra gran parte sigue sin desarrollarse.