La ofrenda floral del Concello en el día de Todos los Santos tuvo ayer como protagonistas al médico Rodríguez, al doctor Ramón Amigo y a las ocho personas que fallecieron en 1901 cuando participaban en la huelga general. La alcaldesa, Inés Rey, fue la encargada de realizar este homenaje en el cementerio de San Amaro para reconocer la labor de los movimientos sindicales de principios del siglo pasado y también de los sanitarios. “José Rodríguez fue un doctor de prestigio a finales del siglo XIX y comienzos del XX, que atendió a muchos ciudadanos en sus propias casas sin importar su clase social o si podían pagar sus servicios”, explicó ayer Rey, también Ramón Amigo quería “que todo el mundo” pudiese ser atendido. La Coral El Eco puso música al acto, que se cerró con la colocación de una corona de laurel en el Monumento aos Mortos pola Liberdade. Los cementerios de la ciudad se plagaron ayer de familias que acudían a visitar y a recordar a sus fallecidos y a ponerles flores.
