Los hosteleros pretenden que el Concello les permita mantener la ampliación de las terrazas en las plazas de aparcamiento y en la vía pública que les concedió durante la situación de emergencia sanitaria para intentar paliar las pérdidas generadas por los cierres y las limitaciones de aforo derivadas de la pandemia de coronavirus. La autorización municipal para esta extraordinaria ocupación del espacio público expiró el 21 de octubre, cuando la Xunta publicó en el Diario Oficial de Galicia el fin de la situación de emergencia sanitaria.

El presidente de los hosteleros de A Coruña, Héctor Cañete, explicó ayer a este diario que el sector está “en negociaciones” con el Concello para conseguir que se mantengan no solo esta medida de apoyo a los bares y restaurantes sino también otras, como la reducción de las tasas municipales a pagar durante el próximo ejercicio. “Parece ser que viene otra ola y nosotros queremos seguir teniendo las terrazas, pero tenemos que concretar las condiciones con el Ayuntamiento y tenemos que ver también cómo evoluciona la pandemia”, comentó ayer Cañete.

El Gobierno local ha convocado a las asociaciones de hosteleros el próximo lunes para conocer sus demandas con el objetivo de “organizar la ocupación de suelo público con terrazas desde enero de 2022”, según fuentes municipales. Preguntado el Concello por este diario sobre si los bares tendrán que levantar sus terrazas hasta que ambas partes lleguen a un acuerdo o si podrán seguir disponiéndolas ocupando plazas de aparcamiento, no ha recibido una respuesta aclaratoria, simplemente, que en la reunión se abordarán las condiciones a tener en cuenta durante el próximo año.

Actualmente, las terrazas que se instalaron ocupando más espacio del que tenían concedido antes de la pandemia están en una situación que no se encuentra amparada por ninguna normativa, ya que la última prórroga de la instrucción que regula las medidas extraordinarias de flexibilización para la instalación de terrazas se limita a la duración de la situación de emergencia sanitaria declarada por la Xunta, un estado al que se puso fin el 21 de octubre.

Algunos de los locales de la ciudad invirtieron en la ampliación de sus negocios hacia la vía pública, algunos poniendo, incluso, tarima, cierre perimetral para diferenciar su terraza de la carretera, y un techo de lona. A pesar de que la autorización municipal ya no regula estas instalaciones, los locales han seguido atendiendo a sus clientes en estas zonas y las plazas de aparcamiento no han sido recuperadas, como tampoco se han retirado sillas y mesas de espacios públicos que antes de la irrupción del coronavirus no estaban destinados al uso privativo de la hostelería, como el centro de la plaza del Humor.

Cañete confía en que las negociaciones con el Concello deriven en que las terrazas puedan quedarse más tiempo tal y como están para poder recuperar parte de los ingresos perdidos durante los meses de cierre. “Ahora estamos trabajando bien”, resumió el presidente de los hosteleros coruñeses.