El adelanto de la edad de jubilación de los policías locales, regulado por real decreto desde enero de 2019, esboza un escenario en el cuerpo de A Coruña que supone la pérdida de un centenar de agentes en los próximos cinco años. El cálculo, efectuado por la Asociación Profesional de la Policía Local, refuerza la urgencia de ampliar la plantilla municipal, una de las demandas que trasladan los agentes al Gobierno local y a la que desde mayo pasado dan visibilidad, entre otras reclamaciones laborales, con protestas diarias en la plaza de María Pita. El número actual de efectivos policiales de los que dispone el Concello es de 341, casi setenta por debajo de la ratio recogida en la Relación de Puestos de Trabajo.

Al finalizar 2021 se producirán ocho bajas por jubilación en el 092, cifra que aumentará en los años siguientes, estima, según la edad que tiene la plantilla, Manuel Freire, presidente de la Asociación Profesional y del sindicato mayoritario en el cuerpo, CSIF: “En tres o cuatro años perderemos a no menos de 80 policías y en cinco años habremos superado las 100 bajas”.

Habrá pérdidas, pero también incorporaciones, aunque Freire calcula que, dado que hay déficit de personal acumulado, estas no compensarán a aquellas. En los dos últimos años la Policía Local dio entrada a 38 agentes a través de las convocatorias de plazas de la oferta de empleo público, según apuntó en las últimas semanas la alcaldesa, Inés Rey. El sindicato recalca un aspecto al que la regidora no ha hecho alusión, la pérdida de unos 50 efectivos que se han jubilado en el mismo periodo.

La plantilla ha caído hasta los 341 agentes en 2021, nueve menos que los que había al cierre de 2020. El descenso ha sido progresivo desde 2012, año en el que se llegó hasta los 369 efectivos tras una subida desde los 355 del año anterior. Estos datos figuran en las memorias anuales de la Policía Local hasta 2020 y también han sido proporcionados por el Gobierno local, con el añadido de 2021, en una respuesta a una pregunta del pleno realizada por el grupo municipal del PP.

El Ejecutivo de Inés Rey acordó hace dos meses una oferta de empleo público del Concello para el año 2021 con un total de 40 plazas, de las que cuatro son de policía local. El presidente del CSIF matiza que dos de esas plazas son incorporaciones nuevas y las otras dos son plazas de movilidad, agentes procedentes de otros ayuntamientos. Cada vez que se producen altas en las plantillas del 092, los policías tardan al menos nueve meses en sumarse al cuerpo, después de haber completado el periodo de formación en la Academia Galega de Seguridad Pública (Agasp).

Las reclamaciones policiales escenificadas por los policías en María Pita, incluida el refuerzo de personal, se producen en un momento delicado para el Ejecutivo local en el ámbito de la seguridad ciudadana, con denuncias vecinales en distintos barrios y exigencias al Ayuntamiento para que incremente la presencia policial en las calles para prevenir o responder al repunte delictivo, aspecto que acaban de confirmar los datos oficiales de criminalidad correspondientes a los primeros nueve meses del año. El Gobierno local ha reaccionado a las demandas ciudadanas y ha reforzado, en coordinación con la Policía Nacional, los dispositivos, en especial el de ocio nocturno por el aumento de quejas de vecinos, sobre todo en la zona del Orzán, además de en Os Mallos.

En este barrio una plataforma de residentes ha difundido en los últimos días que la “calma” parece haber vuelto a la zona y que los actos vandálicos “han disminuido notoriamente” debido a la presencia policial. Otro colectivo vecinal de Os Mallos ha convocado una concentración mañana en María Pita para denunciar el aumento de la delincuencia en la zona y reclamar más dotación policial y la mejora de servicios en el barrio.

La inseguridad ciudadana fue el argumento por el que el miércoles se celebró un pleno extraordinario de la Corporación a petición del PP. Los grupos debatieron con cruces de reproches y la sesión concluyó con el rechazo a recuperar la policía de barrio, como pedían los populares. El PP se apoyó en los datos del Ministerio del Interior —un repunte anual de casi el 30% en los primeros nueve meses, con especial crecimiento de los hurtos— para exigir ayer a Rey que “deje de engañar a los coruñeses negando los problemas de inseguridad”.

Destrozos en Churrería Núñez por el intento de robo. | // VÍCTOR ECHAVE R. D. Rodríguez / A. Carro

Detenido al intentar robar en una churrería de Elviña a través de una zona de ‘vending’

La Policía pilló in fraganti a un hombre cuando intentaba robar en Churrería Núñez, en Elviña. Ocurrió después de las 23.00 horas del jueves, cuando una joven que pasaba por la zona vio a dos personas que destrozaban la zona de vending del establecimiento, que está disponible 24 horas. La testigo avisó a la Policía, que llegó enseguida y pudo detener a uno de los autores. “Tiraron la estructura metálica de aluminio. Yo creo que estaban intentando hacer un butrón. Es una pena porque justo me fallaron las cámaras de seguridad”, explica el dueño, Óscar Núñez, que ya ha presentado varias denuncias por robos en su local. “Estamos en tensión porque en la zona está habiendo muchos robos”, relata el hostelero, que pide “seguridad” en el barrio. Además, apunta que las máquinas de vending suelen ser objeto de asaltos porque se llevan “la recaudación”.