La Xunta prevé reducir las afectaciones a los vecinos por el hospital

La Xunta garantizó ayer a la plataforma de afectados por la ampliación del hospital que trabajará para “minimizar las afectaciones de forma compatible” con las instalaciones sanitarias y por que los expropiados reciban “compensaciones justas, de acuerdo a los procedimientos legalmente establecidos”. La portavoz de los damnificados, Mónica Díaz, se quejó ayer de que la Xunta se mostrase firme en seguir adelante con el proyecto y que no abriese la puerta a estudiar otras propuestas que no borrasen del mapa sus viviendas.

Díaz destacó de ayer que el delegado territorial de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, se hubiese comprometido a informar a la plataforma de todas las novedades que se produjesen en relación a esta actuación, ya que esa interlocución se había perdido desde su llegada al cargo.

La duda que no despejaron ni el delegado ni el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, fue cuántas viviendas se verían afectadas. “Nosotros, con los planos del pliego, que es la única documentación oficial que tenemos, contamos 45. Nos dicen que van a ser menos, pero no nos dicen cuántas”, lamentaba ayer Díaz, que esperaba que, durante la reunión, los representantes del Gobierno autonómico les aportasen más información sobre el proyecto y en qué se basaban para decir que habrá menos derribos de los que ellos cuentan.

Menéndez y Trenor alegaron que el proyecto se encuentra todavía en una etapa inicial, después de que se adjudicase el contrato y se firmase el 1 de octubre, para la redacción del proyecto y dirección de las obras y que no será hasta que pasen unos meses cuando se pueda concretar “el ámbito preciso” de la ocupación de las instalaciones sanitarias. Los vecinos afectados por la ampliación del hospital aseguraron ayer que no se van a rendir todavía, de modo que prevén seguir manifestándose y sumando apoyos para intentar frenar las obras y salvar sus casas. “Seguiremos en la misma línea porque pensamos que no es el sitio idóneo, que no van a poder hacer ni la mitad de lo que están prometiendo, porque ese hospital nunca será accesible, como no lo es actualmente”, relató ayer Díaz, que se quejó de que parte de las instalaciones sanitarias están “cerradas con cintas rojas y blancas” y en unas condiciones “lamentables”, fruto de las actuaciones que se están realizando en la llamada Fase Cero del proyecto que es, en realidad, una obra recogida ya en el plan director de 2001.

A mediados del próximo año, está prevista la apertura de un proceso de información pública para que los propietarios de los bienes afectados por la construcción del complejo sanitario puedan presentar alegaciones y sugerencias.

Sobre las expropiaciones y las compensaciones a las que podrían tener derecho los vecinos afectados por la pérdida de sus terrenos o sus viviendas, la Xunta matizó que la legislación prevé mecanismos para que las indemnizaciones sean “justas”.