La Fundación Deporte Galego no asumirá directamente la gestión de los tres centros polideportivos que tiene en la ciudad, ya que alega que carece de recursos humanos y materiales para hacerse cargo de los complejos Elviña I, Sardiñeira y Agra I y también porque no puede hacer frente económicamente a las mejoras que precisan estas instalaciones, deterioradas por el paso del tiempo sin obras de mantenimiento. Es por ello por lo que sacará a concurso este servicio. El pliego de condiciones establece un precio de más de 95 millones de euros para este contrato, que tendrá una duración de 25 años, en régimen de concesión.

La empresa ganadora del concurso tendrá que hacerse cargo de la inversión que precisan las instalaciones, ya que tienen problemas en el sistema de climatización, de humedades y también de adaptación a la normativa vigente, entre otras deficiencias. La información relativa a la contratación recoge estudios de las necesidades de cada una de las instalaciones, tanto de las urgentes como de las que tendría que afrontar a medio plazo para mejorar la eficiencia energética.

En el caso de las instalaciones de Elviña, las obras a acometer se estiman en 1,26 millones de euros. La mayor parte del presupuesto tendría que destinarse a ejecutar obras por el deterioro que sufre el complejo polideportivo, como, por ejemplo, en las cubiertas, la reposición de duchas en el vestuario del campo de fútbol, la canalización de cableado, la reparación de la piscina, de sus sistemas de climatización y de sus filtros, y la reparación de los baños, entre otras actuaciones, y algo más de 100.000 euros en trabajos encaminados a adaptar el edificio a la normativa vigente, por ejemplo, en materia de accesibilidad con la instalación de una plataforma salvaescaleras y la reforma del vestíbulo para favorecer la entrada en los vestuarios, y en la señalización de emergencias.

Las instalaciones del polideportivo Agra I necesitarían una inversión de aproximadamente 200.000 euros, entre las actuaciones que señala el informe están: la reposición de un motor en del intercambiador de la piscina, que es el que se encarga del calentamiento del agua, la climatización del gimnasio, el cambio de la fontanería interior, que es de cobre o la instalación de más puntos de luz de emergencia. Para poner a punto el polideportivo de A Sardiñeira, el informe incorporado a los pliegos de condiciones del contrato establece una inversión de más de 840.000 euros, en este caso, también es importante la aportación para eliminar las barreras arquitectónicas y para mejorar la accesibilidad, aunque uno de los problemas que señalan los redactores del documento no es económico sino burocrático, ya que recogen que “no se ha procedido a la cesión de los terrenos”, a pesar de los años de servicio. “El titular de la parcela y de la edificación no son el mismo”, según indica el informe, algo que podría “dificultar enormemente la ejecución de cualquier tipo de actuación, tanto a nivel de propiedad como de licencias”, según alertan los técnicos, que proponen la reordenación de los espacios para que se pueda ampliar la capacidad de las instalaciones.

Entre otras actuaciones, señalan como necesarias dotar de climatización a los gimnasios del sótano, instalar iluminación LED y cerrar la parcela para evitar que sea utilizada como aparcamiento, entre otros trabajos de mantenimiento derivados de los años de uso.

En las condiciones del contrato, el pliego ya establece que el grueso las obras, inversiones y mejoras ofertadas tendrán que realizarse en los tres primeros años de duración del contrato, de modo que, durante el primer ejercicio, la concesionaria tendría que ejecutar, por lo menos, el 25% de la inversión inicial total, en el siguiente año, el 35% y, en el tercero, el 40%.

La concesionaria estará obligada a abonar a la fundación un canon variable cada año, que se fijará sobre un mínimo del 4% de la cifra total de ingresos obtenidos por la adjudicataria durante ese ejercicio.

La empresa que resulte ganadora del contrato estará obligada a prestar servicio, al menos, en horario de lunes a viernes de 7.30 horas a 23.00 horas, los sábados, de 8.00 horas a 21.00 h. y los domingos y festivos, de 9.00 horas a 15.00 h. y solo cerrará los días: 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 5 de enero.

El Consello de la Xunta aprobó esta semana la contratación de la concesión de los tres complejos deportivos con un retraso de casi dos años, ya que su intención era licitar el contrato en diciembre de 2019. Cuando se formalice la nueva concesión se acabará la prórroga que ofrece la actual adjudicataria, Gaia. La Xunta y la empresa se han visto varias veces en los juzgados, ya que existían discrepancias entre las dos partes sobre el pago del canon anterior a 2014, sobre el mantenimiento deficiente de las instalaciones en los últimos años, una deuda que la adjudicataria reclamaba a la Xunta en concepto de compensación por errores en el cálculo de abonados, y pagos pendientes por el uso que clubes y federaciones hacen de las instalaciones deportivas.

Las previsiones que hacen los técnicos encargados de analizar pormenorizadamente el estado de las instalaciones consideran que la gestión de los complejos polideportivos es viable económicamente a pesar de las inversiones que requiere la Administración.