La familia de Diego Bello, el joven coruñés asesinado en Filipinas en enero de 2020, se reunió ayer con la Valedora do Pobo, María Dolores Fernández Galiño, a la que trasladó su “esperanza” tras la acusación formal a tres policías implicados en la muerte de joven. “Aún nos queda mucha fuerza”, dijo la madre de Diego Bello, Pilar, a quien acompañaron su esposo, el tío del chico y uno de los abogados que llevan el caso en España, Guillermo Mosquera.

El NBI Filipino (Buró Nacional de Investigaciones) ha acusado formalmente a tres policías de la isla de Siargao, lugar donde tuvieron lugar los hechos, de tres delitos: asesinato, perjuicio y falsificación de pruebas en el desenlace que acabó con la muerte del joven.