El impacto del coronavirus fue devastador para el negocio de la Compañía de Tranvías. En la última década, la concesionaria de los autobuses tuvo beneficios todos los años, que oscilaron entre los 2,8 y 4,66 millones de euros. En 2019, pese a la rebaja de tarifas impuesta por el anterior Gobierno local, la compañía presentó resultados positivos de 3,3 millones. Pero en 2020, a consecuencia de la caída de pasajeros, la empresa perdió algo más de 2,74 millones (o 3,7 millones antes de los impuestos, que, debido a las pérdidas, se computan positivamente en las cuentas).

Sin embargo, esta caída se verá más que compensada por los 5,44 millones que recibirá del Estado, como parte del plan de subvenciones para los servicios de transporte público que prestan entidades locales o empresas concesionarias de estas, para paliar la reducción del número de viajeros por el COVID. El director de la Compañía de Tranvías, Ignacio Prada, aclara que la subvención no es privativa de su empresa, ya que todas las empresas concesionarias, o Ayuntamientos que gestionen directamente el servicio han recibido “lo mismo, y de la misma forma”.

El importe equivale al 40% de los ingresos que haya tenido la entidad por tarifas en 2019. Para el caso de la Compañía de Tranvías, el Estado calcula para el caso de la Compañía de Tranvías en 13,6 millones de euros (si bien las cuentas de la empresa dan una cifra ligeramente superior). Prada indica que todavía no saben cuándo la cobrarán, o cómo, pese a que la subvención apareció en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado mes de junio.

De acuerdo con la memoria de balance de la empresa, el descenso de los ingresos deriva directamente de la caída de los viajeros por el COVID. La sociedad sufrió una reducción del 40% del número de pasajeros en 2020, lo que supuso una caída del 41,5% en la cifra de negocios, esto es, los ingresos derivados del tráfico.

En 2019 estos fueron de 23,2 millones de euros, de los que 9,5, algo menos del 41%, se deben a subvenciones que da el Concello para rebajar la tarifa. La cantidad restante deriva de la venta de billetes al público. En 2020, el volumen de negocio bajó hasta algo menos de los 13,6 millones de euros, de los que 5,5 provinieron de las arcas municipales. La empresa tiene otros ingresos aparte de las tarifas, y un balance financiero positivo, pero estas categorías suponen cifras poco importantes en relación al conjunto de las cuentas de la sociedad.

Y al tiempo, los gastos de explotación se mantuvieron casi en el mismo nivel que en 2019. Ese año fueron de 17,8 millones de euros, y en 2020 de poco más de 16 millones: una caída del 10%, que se debe a que se mantuvo la actividad normal durante la mayor parte del año. Entre el 14 de marzo y el 21 de junio se realizó el 66% del servicio habitual, pese a que los pasajeros, durante este trimestre de confinamiento, eran una quinta parte de los que se habían registrado en el mismo periodo de 2019.

Durante el resto del año la cantidad de autobuses en circulación fue la misma, “incluso con refuerzos adicionales en las horas punta de algunas líneas, para poder cumplir con las restricciones de aforo”. Pese a que hubo una rebaja de 800.000 euros en el gasto de combustibles por la bajada de los precios, los salarios de los trabajadores, el capítulo más importante, apenas bajó a 12 millones el año pasado desde los cerca de 12,9 millones de 2019.

La memoria también señala que ha ayudado a cuadrar las cuentas “la falta de inversiones de este y de los ejercicios pasados”, pues la empresa canceló sus proyectos de renovación de la flota de buses por la “inseguridad jurídica” provocada por la rebaja de las tarifas y por la interpretación del anterior Gobierno local (también tumbada por los tribunales) de que la concesión de la empresa acababa en 2016. Según Prada, que señala que “la intención es retomar poco a poco las inversiones” la empresa dejó de renovar un total de 56 buses, más del total de su flota. Pero esto rebajará el margen de beneficios en un futuro.

Pérdidas para este año

La memoria de la actividad de Tranvías considera que la caída de negocio es contingente, y, que, de hecho, las cifras “se recuperarán en parte durante el ejercicio 2021 y de manera ya más efectiva durante 2022”. Además, mantiene unas reservas de líquido superiores a los cinco millones de euros, y un fondo de maniobra de más de diez. Pero Prada indica que este año y el próximo serán duros para la empresa.

“En octubre de este año la cifra de viajeros es el 80% de la de 2019, y durante el año llevamos una pérdida acumulada del 30%”, explica el director de la empresa, que señala que este año, entre la caída de ingresos y el aumento de gastos en combustible, tendrá “pérdidas, y pérdidas reales, porque no vamos a obtener ningún tipo de ayuda”. Ir en bus es un hábito, indica, y cuando se pierden viajeros “la recuperación es muy lenta”, por lo que cree que 2022 tampoco será “un buen ejercicio”.

La memoria culpa de los malos datos de 2020, además del coronavirus, al descenso de tarifas decretado por el anterior Gobierno local, y que recientemente ha sido declarado nula por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia sin que el Ayuntamiento haya aclarado, hasta el momento, si recurrirá la decisión. Sin embargo, según declaró su presidente en la junta de administración en la que se rindieron cuentas, el resultado negativo “se debe única y exclusivamente al estado de alarma decretado por el Gobierno”.

Marea exige recurrir la rebaja de las tarifas

Marea Atlántica reclama al Ayuntamiento que recurra la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que anuló la rebaja unilateral de las tarifas de autobús en febrero de 2019, realizada por este grupo cuando ocupaba el Gobierno local. El plazo para hacerlo acaba el próximo miércoles, indica Marea, que considera la rebaja justificada porque la empresa tiene “beneficio excesivo”, y acusa al Superior de “ignorar” antecedentes favorables a esta. La decisión del anterior Gobierno local tuvo respaldo judicial en primera instancia, pero el Superior considera que la decisión del Ayuntamiento incumplió el convenio y que, si quiere bajar el billete de bus, debe compensar a Tranvías.