En los tejados de la ciudad de A Coruña caen gotas de agua si llueve pero en los del complejo deportivo de La Solana, además, se precipitan decenas de pelotas de pádel que se quedan almacenadas allí durante un tiempo. La cubierta de las nuevas instalaciones (tras la reciente ampliación de 1.100 metros cuadrados) está al lado de las pistas de pádel, y con las partidas que juegan los usuarios de este complejo deportivo algunas de las pelotas se lanzan altas y terminan cayendo sobre este tejado, hasta que son retiradas. El color amarillo fosforito de las bolas de juego llama la atención sobre el fondo del tejado gris (de cubierta prácticamente plana, salvo una leve inclinación), y son muy visibles desde la carretera, desde la calle del Parrote, al estar situada en un plano superior al de las instalaciones de La Solana.