No hay mejor escaparate que un prime time. Y si es en el programa de moda, el efecto es doble. Las hogueras finales de La isla de las tentaciones, la gala en la que los concursantes tienen que verse las caras y justificar ante sus parejas sus infidelidades, tuvieron, hace dos semanas, un protagonista más: el look de la presentadora, Sandra Barneda, un espectacular vestido de gasa en color negro y de lunares firmado por la marca coruñesa De los aires.

El artífice de la prenda, el diseñador Jona Camacho, seguía el programa desde su casa de A Coruña cuando comenzó a recibir un aluvión de mensajes de personas interesadas en el vestido al verlo lucido por Barneda. “Mi intención era sentarme a ver el programa. De los aires nunca había salido en la televisión nacional, y no sabía lo que iba a pasar, a lo mejor la gente ni siquiera sabía que era de la marca. De repente, el teléfono empezó a echar humo: mensajes por redes sociales, llamadas...tuve que ver el programa al día siguiente”, recuerda Camacho.

El vestido de 'De los aires' que lució Sandra Barneda en una de las galas.   | // LA OPINIÓN

El vestido de 'De los aires' que lució Sandra Barneda en una de las galas. | // LA OPINIÓN

El asunto no se quedó ahí. La presentadora volvió a lucir un modelo del diseñador en el programa emitido la semana siguiente. En esta ocasión, se decantó por un chaleco azul con volantes en la base, que combinó con un mono negro. Las redes sociales en seguida se rindieron ante el conjunto. “La repercusión mediática fue brutal. Leí todo tipo de comparaciones: que si iba de superhéroe, de dominatrix, de la diosa de Telecinco...la intención no era esa, pero es interesante para ver también la versatilidad de la prenda. Presentamos el chaleco con un vestido, luego con un body, ella lo llevó con un mono...”, explica Camacho.

Sobre esa prenda corrieron ríos de tinta, pero lo que pocos dijeron, no obstante, es que el chaleco azul que robó el corazón a la audiencia del programa tenía apellido gallego: Mestizaxe, el nombre que el diseñador onubense de nacimiento, pero coruñés de corazón, escogió para la primera colección de la marca que fundó, admite, en un mal momento. “Sacamos la primera colección, Mestizaxe, en febrero de 2020. Vaya momento. Fue genial, pero con la llegada de la pandemia, todo lo que vino rápido, se acabó rápido”, cuenta el diseñador.

Camacho tuvo que enfrentarse, entonces, a una decisión: dejar el proyecto en la carpeta de las experiencias pasadas y los sueños cumplidos a medias o seguir trabajando para volver al punto de partida. Optó por lo segundo. Y, visto el resultado, no se equivocó.

La Opinión

La Opinión La presentadora, con otro de los vestidos de Jona Camacho

A aquella primera colección Mestizaxe le siguió, tras el confinamiento, el conjunto En Calma, que doblaba en prendas a la primera y marcaba la pauta del momento creativo en el que se encontraban sus impulsores. “Decidimos experimentar y sacar la colección. Está muy inspirada en la naturaleza, en todo lo que descubrimos que teníamos delante y no éramos capaces de ver”, explica el creador.

La gran oportunidad llegó en junio, en forma de un showroom que montaron en la Droguería Villar y al que decidieron llevar propuestas más alejadas de los grandes eventos, y más apegadas a la cotidianidad de todos los días. “Queríamos mostrar que teníamos prendas más versátiles, para ir a la oficina a una cena. Que la gente viese que no todo eran vestidos llamativos”, explica. Quien vio el potencial de la marca no fue otra que la estilista de Barneda, que se rindió a los encantos de esa firma coruñesa que conjuga el folclore gallego con la tradición andaluza. “Soy andaluz, pero llevo viviendo en A Coruña 7 años. Galicia para mí fue mi casa de acogida, pero también mi casa de vida. Llevo la sangre andaluza por los cinco costados, y me sale cuando me pongo a diseñar, pero aquí hay una inspiración, un aire, que me vuelve loco”, asegura el diseñador.