Luis Moro y Aritz Sertucha tienen muchos puntos en común. Los dos son coruñeses en el exilio por motivos laborales; el primero vive a caballo entre la ciudad y Jerez, el segundo está asentado en Extremadura. Los dos son músicos, con discos recientes e inspirados por la escena norteamericana, y los dos los presentarán de forma conjunta con un concierto hoy a las 22.30 horas en Mardi Gras, en el que, además de actuar por separado, realizarán cameos en los temas del otro.

El álbum de Moro es Norteamericana aquí, su octavo disco, e interpretará con su grupo Tribeca´s Band versiones en castellano de música norteamericana: nombres como Calexico, Kevin Morby o Wilco. Para Sertrucha se trata de Cuando suba el río, su primera obra en solitario (ya tiene dos álbumes con su banda Milana). Aquí las canciones son originales, pero la inspiración y los sonidos beben del rock norteamericano de los 60 y 70.

En el caso de Moro, su primer disco de versiones nació de sentirse “vacío creativamente, con la sensación de estarme repitiendo a nivel compositivo”. Hacer versiones fue una forma de “salir del bloqueo”. Sertucha era uno de los dos compositores de Milana, pero pasar a hacer un disco en solitario fue un “cambio de rol”, pues en aquella banda “los temas más míos los guardaba en el cajón”.

Los dos cantarán hoy en castellano, pese a sus inspiraciones estadounidenses. El motivo, para Sertucha es que “es en la lengua en la que escribo”, mientras que Moro, en sus versiones, ha optado en algunos casos por transcripciones “muy fieles”, y en otras por cambiar frases e ideas para adaptarlas a sus propias sensaciones y vivencias.

Para Moro, la música americana es “una cosa muy emocional”. No se trata solo del sonido, explica, sino de “la iconografía, la soledad, la carretera, lo cinematográfico”. También contar historias “de personas que disfrutan con la vida, o superan una crisis”. En Sertucha, la inspiración suele venir de “vivencias de gente con bastantes problemas; no es que yo los tenga, pero empatizo bastante”.

Sin embargo, se declara optimista por carácter, una actitud de ver el vaso “medio lleno” que se refleja en Cuando suba el río, pese a surgir en tiempos de COVID. Al menos según algunos de sus oyentes, que le comentan que “eran canciones que ayudaban a ser más optimistas y ver el desenlace positivo en lo que estaba pasando”.

Para los dos, las raíces de su música se extienden hacia otras artes. A Sertucha tanto la poesía como la literatura en prosa le “marcan bastante a la hora de escribir”, y señala que intenta “mimar” las letras de sus canciones, que para él son “una parte muy importante de lo que hago”. Moro considera que es “más cinematográfico con la música y más literario con las letras”, y a la hora de crear un disco le gusta que sea un álbum conceptual: que haya “una idea concreta que vuelva en todas las canciones”, con conceptos o personajes compartidos entre los distintos temas.

Para el músico, vivir medio año en Jerez (aunque la banda con la que toca es coruñesa) le ha “abierto en algunos aspectos”, como la festividad o la influencia del flamenco, que ha disfrutado mucho en directo. “He conectado con músicos de allí, si bien no he montado una banda; y de los temas del disco que vamos a presentar, cinco se grabaron en A Coruña y cinco en Jerez, para dejar constancia de mis dos aquís” explica el músico.

Sertucha se fija “mucho en los paisajes” y “tiro mucho de los que he visto o me gustaría ver para transmitir las vivencias, o lo que quiero contar”. A priori, parecería que las vistas de Extremadura le ocasionarían imágenes musicales muy diferentes a las gallegas, pero para el cantante y guitarrista no hay “tanta diferencia” pues al final lo que se están expresando son los sentimientos vinculados al paisaje. “Puede provocar el mismo sentimiento un río de La Vega que el mar” explica.